Teatro en el cine

Me lanzó el guante el otro día José María Pou: «Tú, que tienes voz en los medios, ¿por qué no reclamas que los cines españoles retransmitan, como hacen con la ópera, los montajes del Royal National Theatre?» Me contó que las producciones de esta institución, una de las más importantes de la escena británica, lo que equivale a decir la escena internacional, se retransmiten con una altísima calidad y pueden verse en varias decenas de cines de todo el mundo... Pero no en España. Y me invitó a visitar la página del National Theatre Live (http://www.nationaltheatre.org.uk/ntlive). Son muchas, en efecto, las salas en las que se ofrecen estas retransmisiones; el 14 de octubre se pudo ver A disappearing number, un espectáculo concebido y dirigido por Simon McBurney; el próximo 9 de diciembre se ofrecerá «Hamlet», en una producción dirigida por Nicholas Hytner y protagonizada por Rory Kinnear; el 13 de enero el musical «Fela!», y el 3 de febrero un esperadísimo montaje: «The King Lear» que interpretará en el Donmar Warehouse el magnífico Derek Jacobi bajo la dirección de Michael Grandage.
Supongo que a más de uno, como a mí, se le hará la boca agua pensando en la posibilidad de ver estas producciones; no es lo mismo que la representación en directo, me comentaba Pou, pero la calidad técnica y la realización son extraordinarias y la pantalla cinematográfica le otorga grandiosidad. Son muchos los cines en Gran Bretaña, Estados Unidos, Canadá, Suráfrica, Australia y Nueva Zelanda que ofrecen estas retransmisiones; son países angloparlantes, claro. Pero es que también se puede ver en otros lugares donde el inglés no es la lengua materna: Holanda, Bélgica, Finlandia, Luxemburgo, Alemania, Chequia, Suecia, Estonia, Malta... 
¿Por qué no en España, donde los cines ofrecen ya retransmisiones deportivas y óperas? ¿Es un problema de idioma (los aficionados a la ópera están acostumbrados ya a escucharlas en su idioma original, y las proyecciones del National Theatre se ofrecen sin subtítulos)? ¿Es cuestión de que a los dueños de las salas cinematográficas no les interesa o creen que no es rentable? ¿Conocen esta posibilidad? Desconozco la respuesta, y confieso que tampoco estoy seguro de que hubiera público suficiente, aunque creo que sí... Ojalá tuviéramos la ocasión de comprobarlo, porque Pou me ha dicho que las entradas para el Lear de Derek Jacobi están más que agotadas. Y a mí me gustaría verlo...