Y ¿cómo lo hacemos?
Después de ver pequeñas pautas que nos pueden ayudar a encontrar fuerzas para estos últimos momentos de estudio, vamos a explorar algunas técnicas que nos serán de utilidad a la hora de hacer que estas horas nos cundan más.
Para llevar un buen método de estudio es necesario que exista una organización previa del material y una programación diaria y semanal de las materias. Aquí, tenemos que tener en cuenta la dificultad de cada materia para programar un tiempo mayor o menor y también en qué lugar de nuestro horario se debe encontrar. Al inicio siempre las tareas que nos cuesten más realizar y al final del horario de estudio las que nos resulten más fáciles, entretenidas o divertidas. De esta manera aprovechamos mejor nuestros propios recursos y estamos teniendo en cuenta el cansancio.
Cumplir el horario programado es de vital importancia. Hemos de ajustar horarios reales, es decir, teniendo en cuenta nuestras circunstancias personales y la capacidad de estudio que tenemos. Si comenzamos por no respetar el horario impuesto por nosotros mismos, vamos a comenzar con dificultades la jornada de estudio.
En cuanto a las técnicas de estudio en concreto, vamos a exponer algunas que nos ayudarán a ser más ágiles y a sacar más partido a nuestras horas. Podemos elegir combinarlas o utilizar solo la que más se adapte a nuestros métodos de estudio, por lo que se anima a probar a cada uno la técnica que mejor le convenga.
Técnica del subrayado
Se trata de hacer un buen análisis de la lectura que hayamos realizado. Consiste en seleccionar la información más importante y destacarla mediante la forma que se elija. Es importante que nuestra forma de hacerlo sea siempre la misma para que nos quede claro la diferencia entre ideas principales y secundarias. Con este procedimiento facilitamos la retención de ideas importantes y ahorramos esfuerzos a la hora de realizar esquemas y resúmenes, ya que ya tenemos localizadas nuestros principales conceptos.
Técnica del esquema
Es una forma de sintetizar el tema estudiado, ordenando las ideas principales y relacionándolas entre sí. Los esquemas tienen que ser personales, es decir, elaborados por nosotros mismos, ya que no todos usamos las mismas asociaciones para retener el temario, por lo que nuestros propios esquemas nos aportan facilidad de retención. Esta técnica exige mucha precisión, brevedad y claridad. Los esquemas dan una visión de conjunto, proporcionándonos una visión general de lo que tenemos que aprender.
Técnica del resumen
Se llama síntesis cuando al resumir utilizamos nuestras propias palabras y resumen cuando se usan las palabras del autor únicamente. El resumen sirve para hacer una síntesis de las ideas del texto, estructurar ideas y establecer relaciones y facilitar el posterior estudio y repaso del temario. La realidad es que el resumen presenta una estructura poco visual e intuitiva, y además implica un tiempo destinado superior al que se utilizan en las demás técnicas, por lo que no optimiza tanto el tiempo de estudio. A día de hoy, los esquemas pueden sernos mucho más útiles ya que conllevan una elaboración propia del alumno, y es más adecuado para la retención de conceptos.