De por sí, la premisa ya es llamativa, y desde el primero de los diez episodios que componen esta primera temporada, consigue engancharte sin andarse con rodeos y avanzando trama y desarrollando los personajes a pasos agigantados en cada capítulo. Es cierto que en algunos momentos todo es tan ideal y dulce que llega a empalagar, pero también hay cabida para situaciones amargas que le dan un toque de realismo, mostrando una amplia variedad de actitudes ante la vida, predominando la de su protagonista Ted, cuyo imbatible espíritu es va más allá del deporte, los resultados e incluso de las fronteras.
Mi puntuación: 7/10
