En esta entrada se supone que iba a hablar sobre los dos últimos cómics que me leído ( Demo y Quién quiere a las fresas), y de la última peli de animación que he visto, El verano de Coo (súper triste...hay que tener pañuelo al lado, lo digo por experiencia). Pero no, voy a desmarcarme un poco de la temática a la que os tengo acostumbrados, y en esta ocasión hablaré sobre mi nuevo hobby que no es otro que tejer. Y diréis ¿y a esta qué le ha picado? Cuando era niña recuerdo que hubo una temporada que hice ganchillo y gran parte de esa temporada está plasmada en una manta multicolor de patchwork. Me parece algo muy creativo, relajante y encima, utilizable y/o ponible, con el aliciento de que está hecho por uno mismo.
A lo que iba. Hace poco, al ver a una amiga tejiendo y enseñándome las cosas que había hecho me entró la nostalgia y decidí que yo también podía retomar este hobby tan tradicional, generalmente asociado a las abuelas. Como estoy aprendiendo, soy todavía una tejedora primeriza y voy poco a poco, pero con mucha ilusión y ganas de empezar a hacer bufandas y lo que se preste.
Quisiera dejar de lado la imagen antigua y tradicional de tejer y adaptarla a nuestros tiempos, y animar a la gente joven que conozca esta forma tan entretenida y bonita de pasar el rato.
He encontrado en internet varias páginas sobre el tema pero la que más me gusta es We are Knitters, la cual está muy completa y sobre todo, tiene tutoriales muy sencillos y fáciles de seguir. También tiene su propio canal en you tube con el mismo nombre.
Las otras dos direcciones son: La casa del punto
y El rincón del tejido.
Tengo que darle las gracias a Aurora por haberme recordado y devuelto las ganas de tejer y por proporcionarme mi primer kit profesional.