Amigos, solo tenemos un mundo en el que vivir, y algo que nos duele seguramente más, nuestros hijos, y los hijos de nuestros hijos tienen el mismo, y lo recogerán en el estado que lo dejemos nosotros.
No se si saben la historia del lobo, pues yo creo que nos está pasando lo mismo. Muchos expertos nos llevan diciendo años que nuestra economía se basa en el medio ambiente, que se derriten los polos, que hay cambio climático(bueno el primo de Rajoy dice que no), se agotan los recursos, pero no hacemos caso, tal vez en un futuro cercano vivamos una crisis medioambiental, que nos afectará seguro, pero no le haremos caso y al final vendrá el lobo de verdad.
Hay una frase que circula por internet que a mi me parece muy gráfica y que dice algo así: "Imagínate que los árboles dieran wi-fi. Todo el mundo plantaría árboles como locos y acabaríamos con la deforestación. Es una lástima que sólo produzcan el oxígeno que respiramos…" ¿es muy loca esta frase no?, pues nosotros estamos aún más locos.
Y ustedes dirán, ¿David, que tiene que ver esto con este blog? pues claro que tiene que ver, la sensibilización medioambiental tiene que empezar en nuestros hijos, nuestros gobiernos tienen que hacer mucho, pero nosotros también tenemos responsabilidad, con pequeños gestos podemos hacer mucho.
La campaña teloprometo.org habla de hacer una pequeña promesa para cambiar el mundo, desde cerrar el grifo mientras enjabonamos los platos, separar los residuos en casa o ducharnos en lugar de bañarnos. Matteo siempre nos ha visto reciclar y separar en casa y siempre le gusta acompañarme a tirar la basura, y sin darme cuenta y sin yo explicarle mucho, casi como un juego, él sabe que hay que separar, es más a veces le dejo meter los envases dentro del contenedor amarillo, que es lo menos que está sucio, (por el rollo de los gérmenes), ustedes dirán -David, tu flipas, si tu hijo no tiene aún dos años; pues yo les digo que ayer no tenia envases para reciclar, y cuando mi hijo vio que metía bolsas en el contenedor de basura orgánica y no metía nada en el contenedor amarillo, se enfadó. Yo se que se enfada porque para él es un juego, pero con el juego se crea el habito, y aunque se que como aprendiz de padre hago muchas cosas mal, ésto lo estoy haciendo bien.
Así que nada hasta otro día, prometan algo, que vale la pena.