Revista Cultura y Ocio

Temores infundados

Publicado el 18 agosto 2014 por Erre @BlogeRRe

Temores infundados



Relato de Francisco de Ribera (Oviedo)
La madre de Abel era modista, colgaba las prendas en las que trabajaba sobre maniquíes, y allí dormían, dando al pasillo.
El pequeño Abel imaginaba, como El Quijote, que aquellas siluetas que veía de reojo al pasar por delante, camino de la cama, eran los malos, que venían a llevárselo, y aceleraba el paso, muerto de miedo.
Ya crecido, lo recordaba y no podía evitar reirse de sus temores infantiles. De mayor, el miedo y la ansiedad le privaban a menudo del sueño. Tuvo que desandar los años para que el adolescente que fue le hiciese ver que sus temores de hoy eran como la sombra del maniquí de su infancia: sólo existían en su imaginación (de adulto) y cobraban vida cuando él se la daba; vistos de cerca, juzgados racionalmente, no existían, sólo eran telas.

Volver a la Portada de Logo Paperblog