¡Hola de nuevo, queridos amantes del buen vino! ¿Cómo estáis hoy? Nosotros estamos encantados de volver a escribiros y volver a informaros de todo lo que necesitáis saber sobre el mundo del vino. Hoy tenemos un tema muy interesante: Temperatura a la que servir el vino.
¿No has tenido nunca alguna reunión de amigos o familiar donde tú eres el anfitrión? Ser el anfitrión en una comida puede ser algo bastante estresante; ya que necesitas tener todos los frentes cubiertos, como el vino que vas a utilizar, la comida que vas a servir, etc.
Ya te hemos hablado antes de qué tipo de copa usar para cada ocasión, o incluso del tipo de maridaje que necesita un buen queso , y hoy pensamos seguir formándote para ser todo un experto y que puedas compartir tu sabiduría con tus invitados ;)
La temperatura a la que se sirve el vino no es nada arbitrario, sino que detrás de cada vino y de cada temperatura hay una razón de peso. Si quieres entender de lo que hablamos, puedes hacer este experimento en casa: coge tres copas y llénalas de vino→ pon una en la nevera, otra a tu lado y otra cerca de un foco de calor. Luego pruébalas empezando por la del foco de calor, luego la tuya y, por último, la de la nevera. ¿Qué tal? ¿Notas alguna diferencia? ¡Exacto! La temperatura a la que se sirve el vino no es por capricho, sino para apreciar todos los detalles que nos ofrece.
¿Sabías que por debajo de los 6ºC n o olemos nada y nuestras papilas gustativas se insesibilizan? ¿Sabías también que por encima de los 20ºC solo olemos y saboreamos alcohol?
Esto pasa con nuestro olfato por los distintos coeficientes de partición, o lo que es lo mismo, los grados de volatilización de las distintas sustancias que componen el vino. Las diferentes temperaturas afectan de manera diferente a estas. Por eso, dependiendo de la temperatura, olerás una cosa u otra.
Si hablamos del sentido gustativo, cuando algo está demasiado frío, adormecerá nuestra lengua y no seremos capaces de saborear nada, dado que se nos secará la lengua y las papilas gustativas solo funcionan en un ambiente húmedo. Pero si está por encima de los 20ºC solo saborearemos el alcohol, ya que el resto de sabores quedarán enmascarados.
Temperatura a la que servir el vino según el tipo que sea
Si hablamos de vino blanco, las cosas cambian: un vino joven o dulce debe servirse desde los 7ºC a los 9ºC, pero si ha sido envejecido en barricas puedes servirlo entre los 10-12ºC, ya que se necesitan más grados para apreciar los sabores a madera.
Los vinos tinto son más complicados a la hora de comprender las temperaturas que necesitas, pero nosotros te ayudamos:
- Uno joven podrá servirse entre los 13 y 14ºC.
- Si es un reserva hablamos de 15-16ºC.
- Si hablamos de gran reserva hablaremos de una temperatura de servicio de entre 17 y 18ºC.
A partir de ahora no hay excusa: cada vino se sirve de una manera diferente y ya sabes porqué.