Revista Arte
Siempre ha sido una gran devota de Nuestra Señora la Virgen del Rocío esta población y, para que los palmerinos tengan siempre presente a la Señora, en el centro de La Palma se encontraba un pozo de agua potable que abastecía a los vecinos de la ciudad, y en el año 1927 se construye una plaza con un templete en ladrillo visto con numerosos azulejos de planta cuadrada y con las cuatro caras del templete de abiertos lados se puede ver desde cualquier punto la imagen de la Virgen del Rocío de cerámica ataviada con sus galas de Pastora, que preside y da nombre a dicha plaza. Este fue el primer monumento en honor a la Virgen del Rocío que se realizó fuera de Almonte. Acuarela sem-humeda 42X50cm sobre papel Arches y pigmentos Schmicke