Revista Libros

Temporada de texto

Publicado el 14 septiembre 2011 por Eltiramilla

Temporada de textoEl librero es quejica por naturaleza.

Desconozco cuántos de vosotros tiene un amigo o un conocido o un amor platónico o un odio platónico (que también los hay) que trabaja durante ciertas horas al día en una librería, pero creo que coincidiréis conmigo en que cuando habla de su trabajo lo que más sale de su boca son quejas. De vez en cuando dirá que le gusta su trabajo y bla, bla, bla, pero de su boca lo que más sale son quejas. ¿De qué? Por los clientes, por la falta de clientes, por demasiados clientes, por los descuentos (siempre poco margen), por los representantes que no pasan, por los que pasan demasiado, por la paquetería, por las devoluciones, por los precios, por ser demasiado caros los libros, por ser demasiado baratos, por las listas de más vendidos, por los libros que se venden, por los libros que no se venden, por demasiadas novedades, por lo que uno se ve obligado a vender, por lo borde que era aquel, por lo borde que era aquel otro, etc.

No es que el librero odie su trabajo. Seguramente no sabría hacer nada más que no sea vender libros, pero la queja forma parte del oficio y demuestra su amor por él, odiándolo con todas sus fuerzas. Sí, resulta paradójico, pero qué no lo es en esta vida.

El texto es la peor época del año. Sí, peor que Sant Jordi. Peor que Navidad. Peor que las presentaciones de novedades de las editoriales. En esas épocas, el librero pasa de ser un adorable gatito de infinita y tierna mirada, a un émulo de Hulk con estreñimiento y pocas horas de sueño. El texto se empieza a trabajar en junio (pocos días antes de que acaben las clases) y acaba en diciembre, cuando el último de los rezagados ha comprado por fin el cuaderno de Sociales de tercero de ESO. Es aburrido, monótono y se caracteriza porque todo el mundo está de mal humor. El librero porque es demasiado trabajo, el margen es extraordinariamente pequeño y siempre fallan dos o tres cuadernos; el cliente porque se gasta doscientos euros en libros de texto y encima aún falta un cuaderno por llegar, porque hay colas. Los clientes que no compran texto por las extenuantes compras y porque los libreros tenemos poco tiempo para recomendar como el cliente merece. Mucha gente, mucho calor, muchos nervios y mucha última hora.

¿Y todo esto qué tiene que ver con la literatura juvenil? Fácil, relacionado con los libros de texto tenemos las lecturas recomendadas, también conocidas como obligatorias o “los libros que nos hacen leer en el cole”. No entraré en polémicas de si a favor o en contra, o la idoneidad de los títulos (este año por Igualada y pueblos cercanos tenemos a autores como Sierra y Fabra, Andreu Martín, Gemma Lienas, Pep Coll, Suzanne Collins y Laura Gallego, entre otros, y no está nada mal). Más bien prefiero recordar a esos jóvenes adolescentes que, cargados con sus mochilas, con su voz susurrante y algo amenazadora, con esos pelos que me llevan (y me demuestran lo mayor que me estoy haciendo), me piden libros como:

–¿Tienes El diario más triste de Carlota?

–¿Dónde puedo encontrar Las recetas extraordinarias de Edgar Allan Poe?

–Tres sombreros de copa, del autor japonés MiKel Mi Hura.

–Dame algo corto, lo más corto que tengas, lo más corto… es para un trabajo… lo más corto –le di por hacer la broma un primer capítulo promocional de una novela de intriga de la editorial Maeva–. ¿No tienes algo con menos letras y más dibujos?

–¿Los libros de la editorial Ala Guarra dónde están?

–¿En esta librería vendéis libros? –al contestar que sí, que vendemos libros–: Entonces nada, déjalo.

–¿Tienes Amor y psicología de Miguel de Cervantes y Unamuno?

–En el cole me dicen que tengo que leer El príncipe destronado, ¿tenéis la película?

–¿Tenéis Fresas en el campo, de Jordi Sierra i Fabra? No, Campo de fresas no, he dicho Fresas en el campo. Que no, que no quiero ese… que no me he equivocado… mi hijo ha dicho que es Fresas en el campo y es Fresas en el campo… que mi hijo no es tonto, ¿vale? Que te equivocarás tú.

–¿Vendéis resúmenes hecho de libros?

–¿Una novela que piden en el instituto XYZ que va de una chica que conoce a un chico, pero le gusta otro y pasan cosas? ¿Sabes cuál es?

– ¿Me harás un descuento, no? Que te compro tres libros al año.

Y muchas anécdotas más que dejaremos para otra ocasión.


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