El comienzo de SVYATO anuncia que lo que continuará tendrá que ser bueno. Un camino de tierra y árboles alrededor, un hombre que camina hasta llegar a un pequeño puente, se detiene y se queda mirando hacia su reflejo en el agua. A continuación nos vemos en el pasillo de una casa donde hay un niño jugando en el suelo. El niño es SVYATO, el hijo del director quien tras jugar solo un buen rato parte a su habitación encontrándose con un espejo y reflejado en él su propia imagen. A la que el niño creerá que es un nuevo amiguito, con el cual pasará 33 minutos jugando, riendo, golpeando una escoba contra el espejo, después vendrá la angustia de que el amiguito no sale a jugar con él, las lágrimas, una que otra pataleta. En eso aparecerá el papá (harto baboso) Victor Kossalovsky, tratando de explicarle que el niño del espejo no es otro más que él mismo. Después de mucho mirar y remirarse, descubrirá que está bien lindo y que tras acariciar insistemente su melena pelusilla, se despedirá de sí mismo hasta nuevo aviso con besos y saludos con la mano.
Encantadora, sencilla, con una banda sonora agradable. Gozar de la inocencia de un niño de dos años que se descubre pensando que es un amiguito y la gracia infinita que le produce el hallazgo. Realmente encantadora.
Totalmente recomendada!!
SINOPSIS:
Svyato significa tanto “feliz, claro, alegre” como “considerado sagrado”. Pero Svyato es además el diminutivo y sobrenombre del protagonista de este documental, Svyatoslav, el hijo de dos años del cineasta. Por primera vez en su vida, el niño se mira en el espejo, y el realizador y los espectadores son testigos privilegiados de las distintas etapas por las que pasa en ese momento irrepetible en toda existencia humana.
CALIFICACION:
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FICHA TECNICA:
Titulo original: Svyato, Rusia, 2005
Dirección y guión: Victor Koosakovsky
Género: Documental
Duración: 33 minutosmi septima pasion