Temporeros.com ¿hay escapatoria? debatimos el #futurodeltrabajo en #OSFestBCN
Hablar de trabajo y economía colaborativa genera encendidos debates acerca de la precarización laboral por la plataformización del trabajo. Lo cierto es que las plataformas digitales no han inventando el empleo precario pero si podrían hacerlo mejor. ¿Cómo debemos diseñar las plataformas para que generen oportunidades de trabajo de calidad? Este es el punto de partida del taller “Tu jefe será un algoritmo. La plataformización del trabajo y sus impactos sociales” el próximo 16 de noviembre en el marco del OuiShare Fest Barcelona 2017.
El futuro del trabajo es uno de los temas más importantes que se están debatiendo en nuestra sociedad. En España tenemos un volumen de desempleo de 3.7 millones de personas y 648.300 hogares que no tienen ningún ingreso por salario o prestación pública.
Lo llaman “trabajo líquido”, frente al sólido trabajo estable del siglo XX y se traduce en que más del 90% de los nuevos contratos firmados en España son temporales.
Trabajo y consumo son las dos caras de un mercado que está virando hacia un modelo de matching inmediato entre los proveedores y los consumidores. Este fenómeno se conoce como la “Gig economy” o “Economía bajo demanda”. Las plataformas digitales de microtareas son la herramienta que conecta la oferta con la demanda, cobrando a menudo por su “desintermediación” comisiones de un 10-30%.
Para el trabajador las plataformas contribuyen a mercantilizar el concepto de “trabajo”, en el sentido de que donde antes había una relación empleador-empleado, ahora hay una plataforma con proveedores. Y para el consumidor, donde antes había una empresa a la que reclamar en caso de problemas, ahora hay una “exclusión de responsabilidad”.
OCU (Organización de Consumidores y Usuarios) ha estado investigando las plataformas de la Gig Economy para ver si los consumidores podemos ejercer derechos como los de cancelación y reclamación. La respuesta no es tranquilizadora. En caso de problemas, los consumidores nos vemos enfrentados a una falta de responsabilidad generalizada por parte de la mayoría de las plataformas. Comprensible en el caso de aquellas que sólo funcionan como tablones de anuncios, cuestionable en las que intermedian en la relación y cobran su buena comisión, y reprobable en las que deciden los términos del intercambio incluso seleccionando a los “taskers”. En un mercado que presume de bajar los precios gracias a la desintermediación, las comisiones de un 10-30% nos resultan excesivas para el nivel de servicio que suelen dar en cuanto a masa crítica, comprobación de perfiles o respuesta ante conflictos.
P: ¿Cómo podemos regular la responsabilidad de las plataformas de microtareas para proteger a los usuarios?En España las plataformas de microtareas presumen la profesionalidad de sus usuarios a través de su “capacidad de emitir facturas”, lo que, tras las recientes sanciones a las cooperativas de facturación, implica en la mayoría de los casos que estén dados de alta como autónomos, algo que por otro lado muy pocas plataformas verifican durante el proceso de alta de nuevos usuarios proveedores. Esta “profesionalidad” tiene sentido en algunas actividades, pero puede suponer una barrera de entrada para particulares que podrían hacer trabajillos esporádicos como forrar libros, esperar colas para comprar entradas o pasear perros, y se ven expulsados del mercado.
P: ¿Deberíamos exigir la misma protección al consumidor para todos los proveedores de servicios, independientemente de que sean particulares o profesionales? ¿Es posible adecuar los requisitos laborales o fiscales para los particulares reduciendo la burocracia?
Por otro lado, si bien es interesante permitir más espacio para los particulares que quieran generar ingresos, en nuestra sociedad este espacio está copado por los profesionales que necesitan trabajar. Según Mckinsey, debido a su alta tasa de desempleo, España tiene más personas que “se buscan la vida” generando ingresos con sus propiedades o habilidades que otros países, y el 40% de los mismos con ingresos muy bajos.
Hoy por hoy no se gana muchísimo dinero en estas plataformas. De acuerdo con la Comisión Europea, los ingresos anuales de los prosumidores en las plataformas de microtareas en Europa son 380€ de media y 115€ de mediana. Es interesante que la diferencia entre la media y la mediana demuestra que el 80% de los ingresos están en manos del 10% de los proveedores. Si bien es cierto que es un mercado que está empezando, tiene mucha proyección de futuro y pronto alcanzará a otros colectivos con salarios más altos.
P: ¿Hay que renunciar a un trabajo estable y prepararse para el trabajo por proyectos y microtareas? ¿Se pueden compatibilizar las aspiraciones de los particulares a obtener micro-ingresos y de los profesionales a ganar un salario digno?
A menudo se critica a los consumidores de no importarnos las condiciones laborales de los trabajadores siempre que el precio sea barato: “Uber somos todos” si participamos como consumidores en este modelo. Sin embargo, “no todos somos Uber, porque no tenemos la información de la que dispone Uber”.
Es evidente el motor de cambio que supone un consumo responsable, y somos los primeros en defender el poder de nuestras opciones de compra para mejorar la sociedad: la “crowd social responsibility” (responsabilidad colectiva). Pero el primer paso es disponer de información suficiente para tomar decisiones informadas, especialmente en temas complejos y poco transparentes como los derechos humanos, laborales o medioambientales. Mientras esto no exista, a lo que los consumidores aspiramos es a que todos los productos y servicios que estén en el mercado cumplan unos estándares justos, para lo que hace falta un trabajo conjunto de la sociedad, las empresas y las Administraciones.
P: ¿Hay que repensar la protección social para los trabajadores del futuro?
La reflexión nos lleva a muchas y muy interesantes preguntas que queremos debatir en el taller “Tu jefe será un algoritmo: la plataformización del trabajo y sus impactos sociales” co-diseñado por Ouishare y OCU que tendrá lugar el 16 de noviembre en el Ouishare Fest a las 11.30h.
Va a ser un taller muy abierto, en formato Fishbowl (pecera), ideal para aportar propuestas y opiniones de forma dinámica en temas polémicos, y moderado por la periodista Esther Paniagua.
Ya han confirmado su participación representantes de las diferentes sensibilidades de la sociedad: Administraciones, sindicatos, consumidores, DDHH y laborales, gig workers, laboralistas, economía colaborativa, plataformas bajo demanda, economía social o políticas públicas.
¡Ven y participa!
Posts relacionados:
Curso “Los negocios en la era colaborativa” en Foxize “Para cambiar el mundo no crees una empresa crea una plataforma” Top 10 de lo que te perdiste en agostoAmaya Apesteguia
Amaya Apesteguía trabaja, desde Madrid, en la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), como investigadora del área de consumo colaborativo. En 2016 dirigió el estudio europeo “¿Colaboración o negocio?: del valor para el usuario a una sociedad con valores”. Es representante de ANEC y de la ISO para la estandarización de la Sharing economy, y miembro del comité multistakeholder de NNUU para el objetivo ODS12 sobre consumo y producción sostenible.
Related Posts
- 12/18/2017 • ¿Por qué no he escrito tanto este año en el blog?
- 09/07/2017 • 9 apuntes sobre el Informe de la Economia Colaborativa en Catalunya