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Ten muy presente que tu enfoque determina tu realidad

Publicado el 07 diciembre 2014 por Ajmasia @ajmasia

eyeglasses in the hand over blurred tree backgroundUna de las principales suposiciones sobre la que se apoya la PNL afirma lo siguiente: el mapa no es el territorio. Pero, ¿qué significa esto concretamente? Trataré de explicarlo de forma sencilla. Como personas, no solemos operar directamente sobre el mundo o sobre el territorio, sino que más bien solemos hacerlo a partir de las interpretaciones que hacemos de él en base a las experiencias que nos ofrecen nuestros sentidos. Es por ello que podemos decir que nuestra realidad, es decir nuestro mapa, es precisamente nuestra interpretación personal de nuestro entorno, del territorio o del mundo.

Según la interpretación de nuestras experiencias podemos encontrarnos ante una realidad encontrada, basada en el victimismo o en la buena o mala suerte. Una realidad estancada basada en el inmovilismo o la comodidad, o bien una realidad eficiente o construida basada en uno de los recursos más valiosos de los que dispone el cerebro humano, la capacidad de atención.

Williams James, uno de los padres de la psicología moderna, define la atención como la toma de posesión por parte de la mente, de un modo claro y vívido, de uno entre varios objetos o cadenas de pensamientos simultáneamente posibles. Se trata básicamente de la capacidad de concentrarse en una sola cosa a la vez, al margen del resto de posibilidades.

Por otro lado Anne Treisman, psicóloga de Universidad de Princeton, afirma que el modo en el que desplegamos nuestra atención, determina lo que vemos, y lo que vemos condiciona nuestra realidad. Como dice Daniel Goleman en su libro Focus, lo que hace precisamente la atención es conectarnos con el mundo y modelar y definir nuestra realidad.

En el trabajo del conocimiento, concepto introducido por Peter Drucker en la segunda mitad del siglo XX, la eficiencia esta íntimamente ligada a la gestión de la atención en cualquiera de sus planos.

Un primer plano en la gestión de la atención sería aquél ligado al corto plazo, es decir, al instante, a lo que haces en cada momento concreto. Cuando decides ponerte con una próxima acción tu foco debería estar única y exclusivamente en terminar esa próxima acción.

El segundo plano sería aquél ligado al largo plazo, es decir, a nuestras metas u objetivos, y tiene que ver con lo que se conoce como atención selectiva, que es la capacidad de dirigir la atención hacia un objetivo concreto, ignorando por completo el aluvión de datos y posibilidades que se cruzan en tu camino. Es lo que se conoce como estar enfocado.

Ahora bien, toda moneda tiene dos caras. Lo contrario de la atención es la distracción, algo que nos acompaña hoy día a día. Existen dos tipos de distracciones. Por un lado las sensoriales y por otro las emocionales. Las distracciones sensoriales suelen ser más sencillas de controlar. El reto más importante al que nos enfrentamos las personas, aún teniendo la capacidad de enfocarnos, procede de la dimensión emocional, dado que el proceso suele llevarnos a un estado de diálogo interior en bucle que nos aparta de nuestro foco. De ahí que la principal distracción seas tú mismo.

A modo de conclusión, en el siglo XXI las personas eficientes son aquellas capaces de prestar atención plena a lo que están haciendo en cada momento de forma enfocada hacia su futuro, así es que recuerda, como dijo el maestro Yoda, ten muy presente que tu enfoque determina tu realidad. Si quieres construir una realidad eficiente un primer paso podría ser comenzar con GTD, un método que entre otras cosas te brinda de forma sencilla una forma de gestionar tu atención de modo eficiente. ¿Te animas?


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