Revista Espiritualidad

Tendría que hablar con… pero no sé cómo

Por Ritacoach @ritatonecoach

Esta es una frase que decimos enDiseño De Una Conversación

algún momento de nuestra vida o… 

en muchos.

Por razones de lazos familiares, de amistad y de amor –que queremos

priorizar- postergamos conversaciones porque tememos discutir,

enojarnos, no llegar a un acuerdo y suponemos que romperemos el

vínculo.

Lo primero que quiero destacar es que la priorización de esta forma,

está enfocada incorrectamente. En realidad, priorizar la sanidad y

sostén de una relación exige buenas conversaciones, así que cuando

las evitás creyendo lo contrario, tu mirada te está confundiendo.

No obstante, comprendo que la primera postura que te aparece puede ser esa, y desde allí, parto para darte herramientas que te permitirán diseñar esa conversación que te ajusta los zapatos –como decimos en el Coaching-.

¿Ubicás alguna situación donde te encuentres pensando esto?

¿Con quién o quiénes, estás dilatando abrir una conversación?

¿Te das cuenta de que ella es necesaria pero no sabés cómo hacerlo?

 Te comenté en mi post anterior La Vida Es Una Conversación que existe la posibilidad de que una conversación provenga de un quiebre. Te sugiero revisar Terminar con los Problemas donde verás qué es un quiebre y su alta frecuencia en nuestras vidas puesto que ellos son lo que llamamos, con una mirada que nos saca poder, problema.

Ese bloqueo que sentís para abrir la conversación necesaria para superar una situación, se atraviesa aprendiendo a diseñar una conversación.

 ¿Y qué es esto del Diseño de una conversación? Es probable que nunca hayas escuchado este sustantivo aplicado a la comunicación…

El diseño es la reflexión antes de la acción… Rafael Echeverría

 Creo que Echeverría lo dice en forma clara. Diseñar una conversación es una actividad práctica reflexiva.

Para realizarla, necesitamos distinguir cuál es el resultado que queremos conseguir…

Decir lo que nos pasa con alguna situación en la que no estamos cómodos.

Aclarar una que nos ha llevado a una confusión.

Manifestar nuestro enojo por algo que ha hecho otra persona.

Contar para que nos escuche alguien que habitualmente sentimos que no lo hace.

Hay muchísimas más situaciones, por cierto.

Otro punto a tener en cuenta son las acciones anteriores realizadas con esa o esas personas, intentando otra conversación y evaluarlas para ver qué resultados nos dieron.

La importancia del diseño de una conversación radica en lograr los objetivos que nos proponemos.

¿Es importante para vos, poder lograr tus objetivos?

¿Habías pensado que quizás no los estés logrando porque no estás abriendo las conversaciones necesarias? ¿O las estás abriendo pero no estás llevándolas al fin que pretendés porque no sabés cómo?

Fernando Flores, doctor en filosofía del lenguaje, en su extraordinario aporte al Coaching Ontológico nos dice…

El diseño de conversaciones es una forma de articular el espacio de distinciones y crea un nuevo modo de escuchar y un nuevo lenguaje para quienes lo practican.

 Las distinciones  son las que nos permiten comunicarnos… siempre y cuando las tengamos en cuenta. De lo contrario, nos encontraremos con dos personas y dos conversaciones en vez de con una en común.

El nuevo modo de escuchar surgirá del “pacto” implícito que se establece al compartir las distinciones. Los interlocutores aprenden de qué forma chequear lo que se va diciendo y lo que se va recibiendo, en esa situación específica y particular de esos dos seres diferentes de otros con los que, si se abriera otra conversación, surgirían otras formas y maneras. No nos comunicamos con todas las personas de la misma forma. ¿Te das cuenta? Observá tu conversaciones y podrás detectar las diferencias que aparecen con las distintas personas que las sostenés.

¿O no?

¿Conversás con tus amigos igual que con tu pareja?

¿Conversás con tu pareja igual que con tus hijos?

 La flexibilidad te da un enorme poder que “aceita” tu pase de una conversación a otra. Ella es parte de un determinante poder personal.

 ¿Con quién o quiénes mantenés conversaciones incompletas?

¿Qué estás esperando para completarlas?

¿En qué lugar te está dejando esa postergación?

Algo para tener muy presente cuando vayas a abrir una conversación…

Una de las cosas más valiosas que he aprendido es que no siempre tengo que tener razón. Jeffrey B. Swartz

 Jack Canfield y Mark Victor Hansen en el libro “El Factor Aladino” muestran la siguiente estrategia de comunicación para abrir una conversación de las “que te ajustan los zapatos”.

“Cuando vos haces (o decís) tal cosa, yo pienso  esto y eso me hace sentir de tal forma, por lo tanto te pido que en lo sucesivo vos…

Otra podría ser:..

Lo que a mí me pasa con lo que vos haces o decís es tal cosa.”

 Ellos muestran que cuando usás este diseño de comunicación, estás mostrando responsabilidad acerca de tus sentimientos y no estás culpando a los demás de lo que te pasa. Vos solamente le estás diciendo lo que te sucede por dentro cuando ellos hacen o dicen lo que hacen y dicen. Y al hacerles un pedido les estas dando la posibilidad de decirte sí o no. El otro se entera de lo que querés y de cómo estás, y lo sobresaliente en esta estrategia es que no genera en el otro la re-acción de defenderse con lo que generalmente, comenzaría una discusión ofuscada.

Me gustaría que la pruebes… te vas a sorprender de cómo resulta el inicio –y por ende, la continuación- de una conversación con esta estrategia.

 Abrir conversaciones es tu gran posibilidad para vivir con otros, disfrutar de su compañía y retro alimentarte en los vínculos.

Un anciano está muriendo y pide a su gente acercarse a su lado.

Entrega una vara corta y maciza a cada uno de sus muchos hijos, esposa y parientes.

“Rompan la vara”, les indica.

Con algo de esfuerzo, cada uno parte su vara en dos.

“Así sucede cuando estás solo y sin amigos. Tu alma puede quebrarse fácilmente.”

El anciano le da otra vara a cada uno, diciendo:

“Coloquen sus varas en manojos de dos y tres y ahora intenten romperlas en dos.”

Nadie puede romperlas cuando están de a dos o más juntas.

El anciano sonríe, luego de su enseñanza:

“Somos fuertes cuando podemos apoyarnos en el otro. Cuando contamos con un amigo cerca no es tan fácil quebrarnos.”

Versión libre de un cuento de “Mujeres que Corren con los Lobos” de Clarissa Pinkola Estés

 

Por el placer de compartir


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