Revista En Femenino

Tener hijos te cambia la vida

Por Uncafelitoalasonce

Las 8 cosas que nadie te cuenta cuando tienes hijos y cómo superarlas

Es propio de un padre sabio conocer a su hijo. William Shakespeare


Ser padre o madre es algo para lo que nadie nos prepara. Básicamente por dos motivos, todos venimos “de serie” preparados para ser padres y porque cada uno somos distintos. Tengo la impresión de que criar a los niños es hoy en día, infinitamente más frustrante y complicdo que hacerlo hace miles de años. No estoy hablando de la generación de tus padres o abuelos, ellos lo tenían igual o peor que nosotros. Estoy hablando de que la forma en la que está organizada nuestra sociedad, hace muy difícil ser padre o madre, y disfrutarlo. Los niños solo necesitan una cosa, tiempo. Y tiempo es justo lo que nuestra sociedad no está sabiendo resolver. La conciliación solo podrá llegar cuando se ponga el cuidado de los hijos por delante de todo lo demás, y eso es algo muy complicado de conseguir.

Mientras tanto, en el cuidado de los hijos hay siempre una serie de cosas que son comunes a todos ellos, y fuente de preocupación, frustración, problemas y que muchas veces no sabemos cómo llevar. Aquí os comento algunas de las más comunes, y cómo las podéis afrontar:

  1. Las cacas. Si, te lo cuentan pero no te lo puedes imaginar. Los niños cagan muuuucho, es un hecho. Sobre todo al principio. En mi caso creo que no ha sido de lo peor, pero la frustración que le entra a uno cuando le cambias el pañal, y al segundo ya tiene producto de nuevo, es muy grande. Siempre me pregunto lo siguiente ¿qué hacían los hombres de las cavernas con las cacas de los bebés? ¿Se les cagaban encima? ¿Les ponían pieles? Si alguien sabe la respuesta que me lo diga por favor. En general, creo que los pañales generan más problemas a la larga que soluciones. En mi caso, está costando un triunfo quitar el pañal. Al principio era muy agobiante, pero investigando descubrimos que su caso no era único, ni mucho menos. Al obligarles a usar pañal, les hacemos muy dependientes de él. En Japón, por ejemplo, no usan pañales, los niños llevan un pantalón especial, y así solo tienen que agacharse. Creo que es más inteligente. Solo hay que enseñarles en qué zona pueden hacer caca, y de ahí al orinal y al váter, la transición es más fácil. ¿Cuál es vuestra experiencia con las cacas?
  2. La comida. En mi caso y por circunstancias especiales, un infierno. Es una de las grandes preocupaciones y frustraciones. Aquí hay de todo. Niños que comen de todo y otros para los que comer es una pérdida de tiempo. Mi caso es el segundo, agravado por el hecho de que mi hija tiene que seguir una dieta especial y si o si, tiene que tomar un preparado 5 veces al día. Si tienes la suerte de que tu hijo no tiene ningún tipo de alergia, no te obsesiones con la comida. Hace poco vi unas pastillas para suplementar al niño. Me parece absurdo, salvo prescripción médica. A la hora de comer, una de las cosas que más me costó fue entender, que los niños quieren jugar con la comida. Nosotros como adultos, tenemos muy regulada la comida. Horas, formas, etc. Olvídate de seguir rutinas tipo “apaga la tele”, “siéntale en el mismo sitio”, etc… Haz lo que te sea más cómodo para que tu hijo coma y a ti no te suponga una lucha permanente. Lo creas o no, casi todo lo que haga lo aprenderá por sí mismo, por mucho que tu trates de forzar la situación. ¿Qué tal lleváis lo de la comida con vuestros hijos?
  3. Dormir. Ya comenté hace tiempo que los métodos para obligar a los niños a dormir me parecen más encaminados a que los padres puedan ver la tele tranquilos que a su propio bien. Los niños cuanto más pequeños más cerca de nosotros querrán estár. Tratar de alejarlos va a provocar problemas siempre. Tenerlos en brazos para que se duerman, o dormir con ellos o lo que sea que haya que hacer no les va a dejar ninguna secuela. Es más se puede disfrutar muuuucho de su compañía. En mi caso, también perdí un tiempo precioso tratando (sin mucho éxito) de aplicar rutinas de sueño. La realidad es que ahora mi hija duerme sola en su cama, pero no como una imposición, sino como algo natural, que ella ha ido pidiendo. Repito, coger en brazos a tu hijo es de las cosas más bonitas que hay en el mundo, no dejes que ningún libro o consejo de madres/abuelas expertas, te impida disfrutarlo. Si lo intentan, les dices ¿me puedes dar la referencia de algún estudio científico con más de 2000 niños y una metodología replicable y fiable, que demuestre que le voy a causar algún mal?
  4. La consejitis. En cuanto tu hijo venga al mundo te verás rodeado de auténticos expertos en el cuidado de los niños. Lo voy a decir muy claro. No tienen ni idea, ni saben de lo que hablan. Aunque hayan sido padres, cada niño y cada padre es un mundo. Tu eres quien decide. Si necesitas consejos o apoyos no dudes en pedirlos, pero huye de los consejos no solicitados. ¿En qué cabeza cabe que para evitar el estreñimiento le metas a tu hijo una ramita de perejil por el ano? ¡Métetela tu! ¿Estamos tontos o qué? Por defecto, pon cualquier consejo no solicitado en duda. ¿Qué consejos absurdos os han dado para vuestros hijos?
  5. Frustración y paciencia. Descubrirás sin lugar a dudas los límites de ambas. Dedicar el tiempo que sea a preparar una comida para ver luego cómo tu querido retoño la esparce por el más preciado de tus sillones, tras una jornada de 10 horas de trabajo, es una experiencia multisensorial de primera magnitud. Nada que te hayan contado puede superarlo. Es imposible, que alguna vez no grites o llores, o lo que sea. Lo único que puedes hacer en estos casos es tratar de aprender. Con el tiempo, sabrás afrontar este tipo de situaciones frustrantes y sabrás qué no debes hacer para que se hagan aún peores. Yo trato siempre ponerme a pensar cómo lo haría mi hija, si ha tirado la comida, o si da guerra para bañarse, pienso en qué motivo tiene para comportarse así. Ayuda  a poner las cosas en perspectiva. Eso sí, no pretendas que ellos te comprendan a ti. ¿Cuáles han sido vuestras peores situaciones de este tipo?
  6. La falta de sueño. Sobre todo al principio puede ser algo complicado si eres especialmente dormilón/a. Siempre tendrás la sensación de que no duermes lo suficiente. No hay que alarmarse, el cuerpo está perfectamente adaptado a esta situación, aunque no lo creas, serás capaz de dormir 4-5 horas e ir a trabajar. Yo lo que hacía cuando llegaba a casa era tomarme un cafelito y dormir 20 min (para no llegar a entrar en fase de sueño profundo). Eso te permite coger energía para acabar el día. Aunque el sueño no se recupera, el fin de semana puedes aprovechar para dormir más.
  7. El sexo con tu pareja. Dicen que cuando tienes hijos el sexo ya no es lo mismo. Otra de esas grandes verdades sin ningún tipo de base. Cada uno lo llevará de una forma distinta. Los hijos no son ninguna excusa para no practicar sexo. Desde luego dificultan el aquí te pillo aquí te mato, pero ocasiones siempre hay. Si el sexo con tu pareja era bueno antes de tener hijos, seguirá siendo igual de bueno después. No hay que tratar de encontrar el momento perfecto, porque con hijos esto es complicado. Sí, un llanto puede arruinar algún que otro momento, pero nada nos impide retomarlo más adelante.
  8. Remordimiento. En muchas ocasiones lo harás mal, gritarás, se te olvidará algo, te despistarás o lo que sea. No te flageles con ello, aprende del error y sigue adelante. Es imposible ser un padre/madre 100% perfecto, cariñoso, atento, compasivo, juguetón, etc… Tus hijos no se van a traumatizar porque algún día se te vaya la cabeza y les grites sin sentido, por algo absurdo. Es parte de la vida, de vuestra vida juntos. Eso sí, pídeles perdón, no tengas miedo a mostrar que tu también te equivocas y que sabes reconocerlo. Eres el mejor ejemplo para ellos. ¿Cuántas veces habéis sentido remordimiento por algo que habéis hecho mal? ¿Por qué?

En realidad, nosotros aprendemos más de nuestros hijos que ellos de nosotros,y hagamos lo que hagamos, queramos o no, van a crecer y a aprender miles de cosas que nosotros no les vamos a enseñar. Disfrutar el momento con ellos al máximo debería ser nuestra única prioridad para poder ser felices y hacerlos felices.

¿Qué otras cosas añadiríais a la lista? ¿Cómo habéis superado estas situaciones? Comparte tu experiencia.


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