Un erudito romano, Alfredo Barbagallo, hizo nuevos descubrimientos sobre la antigua “profecía de Malaquías”. El manuscrito antiguo contiene la lista de todos los papas con su sobrenombre. ¿El último es el mismo Bergoglio?
La misteriosa profecía, atribuida a San Malaquías de Armagh, amigo de San Bernardo de Claraval, fue publicada en 1595 por el monje benedictino Arnoldo de Wyon en una historia apocalíptica de la Iglesia -con su orden en el centro- titulada Lignum vitae.
La lista de los futuros papas termina ahora mismo: la última papa, Gloria olivae, coincide con Benedicto XVI. Después del sobrenombre sobre él leemos esta inquietante conclusión:
“Durante la última persecución de la Santa Iglesia Romana, Pedro Román residirá, quien pastoreará sus ovejas entre muchas tribulaciones. Después de esto, la ciudad de las siete colinas será destruida, y el Juez terrible juzgará a su pueblo. El fin”.
No es exactamente calmante. Según los intérpretes, no es seguro que la profecía de Malaquías traerá el fin del mundo para nuestro tiempo. Ciertamente, sin embargo, temía – después de Gloria Olivae (Benedicto XVI) – una especie de fin de la Iglesia, o más bien una crisis nunca antes vista, un obscurecimiento apocalíptico de la Iglesia hasta el punto de que su sucesor no se define como papa, como los anteriores, sino con la extraña fórmula: Petrus Romanus.
¿Papá doble? ¿Bergoglio es un regente?
¿Por qué es eso? ¿No es un auténtico Papa? ¿Y te refieres a Giorgio Mario Bergoglio? De hecho, la serie de los pontífices se interrumpe el día 111, con Benedicto XVI. ¿Qué pasa después? El sobrenombre “Petrus Romanus” encajaría con Bergoglio para la repetida autodefinición de Bergoglio como “obispo de Roma” desde la tarde de su elección.
¿Cómo se ve la larga lista de sobrenombres y papas en la profecía de Malaquías?Y por el hecho de que Benedicto XVI sigue siendo Papa, aunque esté pendiente, y parece ser un personaje en funciones. Además, su tiempo -en la “profecía de Malaquías”- está marcado por las “muchas tribulaciones” del rebaño. Como lo hace.
Se ha demostrado que muchas de las fórmulas de este misterioso texto medieval son proféticas para los diversos pontífices. Pero también lo es el final de la era actual? Vittorio Messori y Sergio Quinzio escribieron sobre ello en 1995 en Mysterium iniquitatis.
Ciertamente nuestros días presentan una situación nunca antes vista en la historia de la Iglesia: la coexistencia de dos papas. Un hecho enorme e inexplicable que -de hecho- parece coincidir con esas dos figuras finales de la profecía.
Pero, ¿hay pistas que lleven a identificar a esos dos personajes con Benedicto XVI y Giorgio Mario Bergoglio? Son sugeridos por el estudio de Barbagallo titulado La Profecía de San Malaquías sobre los Papas, que forma parte de una investigación sobre las reliquias cristianas titulada Los tesoros de San Lorenzo (un volumen de 800 páginas que acaba de publicarse en una versión reducida).
Las coincidencias del texto antiguo de Malaquías con los personajes actuales
Barbagallo recuerda en primer lugar que la identificación de Benedicto XVI con el último sobrenombre, Gloria Olivae, se refiere al olivo como símbolo de los olivos benedictinos (donde el nombre Benedicto y el olivo están relacionados). Pero sobre todo es un Benedictino Arnoldo de Wyon quien conservó el antiguo texto de San Malaquías y lo publicó en Venecia en 1595, en su historia apocalíptica de la Iglesia.
Wyon no se limitó a la publicación, sino que -explica el autor- “encarga personalmente representaciones pictóricas y artísticas sobre el tema eclesiástico de la gloria benedictina”.
Uno en el convento benedictino de Scolca, en la zona de Rimini. Luego hizo que la misma figura realizada por Vassilacchi (en 1592) en la Basílica Benedictina de San Pietro, en Perugia: es uno de los lienzos más grandes que existen y el conjunto de figuras representadas allí (papas, cardenales, obispos y fundadores de órdenes que rodean a San Benito) muestra, en su conjunto, un rostro monstruoso: el diablo o el Anticristo.
Finalmente, Wyon tuvo la misma representación hecha en Piamonte (hoy se conserva en Alejandría), “en la abadía benedictina, ya desaparecida, de San Pietro en Bergoglio, no lejos de Boscomarengo”. La referencia a San Pedro en ambas iglesias vuelve a aparecer, pero sobre todo aquí nos llama la atención el nombre “Bergoglio”.
No se sabe por qué Wyon eligió esa misma fundación benedictina, pero es sorprendente la aparición de ese nombre que hoy se refiere al sucesor de Benedicto XVI y que en la serie de papas debería ser “Petrus romanus“.
¿Una indicación directa de Wyon? En todas estas obras Wyon quería dejar referencias apocalípticas a los libros del Antiguo y Nuevo Testamento.
Pero las coincidencias no han terminado. Barbagallo retoma un libro inalcanzable escrito por un padre jesuita francés, Monseñor René Thibaut y publicado en 1951: La profecía misteriosa de los Papas.
2012 fue el fin de la profecía, desde allí se entra en el fin de los tiempos
El Padre Thibaut, a través de una serie de complicados cálculos, afirmó que el final cronológico de la profecía de San Malaquías, como ciclo pontificio, fue en el año 2012. Barbagallo señala que, de hecho, según las noticias oficiales, la fecha en la que Benedicto XVI comunicaba a su secretario de Estado su deseo de retirarse es el 30 de abril de 2012 (el anuncio público se hará el 11 de febrero de 2013). ¿Sobre la base de lo que el Padre Thibaut había venido a indicar precisamente el 2012 como el año final del ciclo profético de los papas?
Asumiendo como eje central de la “Profecía de Malaquías” el pontificado de San Pío V (1504-1572) que había sido fundamental en la formación del Wyon. Y aquí hay otra serie de coincidencias: San Pío V es originario de Boscomarengo, en cuya zona se encontraba la abadía de San Pietro en Bergoglio (de aquí también procede el núcleo familiar de Bergoglio).
Pío V murió el 1 de mayo de 1572, exactamente 440 años antes de la decisión de retiro de Benedicto XVI (30 de abril de 2012). Pero 440 años antes de la muerte de San Pío V, en 1132, hubo la ordenación de San Malaquías de Armagh (titular de la profecía de los papas) como arzobispo y primado de Irlanda. Aquí está el ciclo completo.
Recuerdo que San Pío V es el Papa de la victoria de Lepanto y el que promulgó la misa tridentina a la que Benedicto XVI devolvió la ciudadanía en la Iglesia (fue una de las connotaciones de su pontificado), mientras que Bergoglio parece apuntar precisamente a la agitación ecuménica de la misa.
La llamada final de la profecía a la persecución de los cristianos y a una especie de desaparición del papado llevó a Barbagallo a dar una lectura simbólico-teológica del lema del último papa “Gloria Olivae”.
De hecho, en sus excursos históricos, el autor encuentra a San Malaquías y al Papa de su tiempo en relación con reliquias muy importantes de la Pasión de Cristo y el lugar de su comienzo: el Huerto del Olivo en Jerusalén. Según una tradición mística y bíblica, la Iglesia en la historia tendrá que revivir la misma Pasión de su Señor.
Comenzando por la noche del Jardín de Olivos (Gloria Olivae) que podría repetirse en tiempos del Papa Gloria Olivae (Benedicto XVI). En aquella noche de Jesús, con la traición de Judas, la huida de los apóstoles y la negación de Pedro, todo parecía perdido. Incluso para los católicos de hoy lo parece.
Fuente | Libero quotidiano