¿Habéis visto que hay días para todo? Pues hoy es el día de los gatitos, y como me encantan los animales voy a hablaros de un tema que aunque no es de deporte, guarda relación con la salud, pues no solo el ejercicio físico o la buena alimentación es buena para estar saludable. Está comprobado que los gatos también contribuyen a tu bienestar. Tener como mascota un felino no solo te proporciona compañía, diversión, entretenimiento…también, con su ronroneo, te ayuda a reducir el estrés, la ansiedad o el insomnio, entre otros problemas.
Esto es conocido como ‘ronroneo terapéutico‘, y es que el sonido felino es capaz de apaciguar a una persona actuando como un medicamento sin efectos secundarios. Así pues, escuchar a un gato reduce el estrés, tal y como se ha comprobado con estudios médicos que aseguran que las personas que viven sin estas mascotas reflejan más estrés, además de tener más problemas de corazón.
La cantidad de personas que tienen un gato en casa y sufre ataques cardíacos es mucho menor que la que vive sin ronroneos. Parece que la combinación ronronear y acariciar van de la mano para tranquilizar a una persona.
Otro de los beneficios que demuestran estos estudios es que los niños que se crían con animales no solo van a respetarlos más en un futuro, sino que desarrollan una mayor resistencia a enfermedades, sobre todo las respiratorias. Para los niños con enfermedades como el autismo, un gato es el mejor apoyo. Muchos son los que aprenden a comunicarse con la ayuda de estos felinos ya que este animal está ahí para darle cariño sin molestar. No es una mascota que necesite atención constante y quizá por eso sea capaz de calmar a un niño.
Asimismo, en las residencias de ancianos dónde aceptan gatos, estos reconfortan a los residentes. Tener un gato trae felicidad y compañía. Inclusive pacientes con alzheimer en estado avanzado, cuando ya no reconocen ni a sus seres más queridos, reaccionan con amor cuando son visitados por los gatos terapeutas. Además, ha habido casos de personas con problemas de comportamiento a las que sólo les tranquilizaba la presencia de un gato, y sí, también les ayudaba a conciliar el sueño.
¿Os gustan los gatos? o ¿preferís otras mascotas? La de la foto es mi gata, Maya.