Mientras la mediocre y fallida No se aceptan devoluciones triunfa en taquillas de México y EUA, dejando en evidencia el gusto popular del público, otra cinta mexicana, que no tiene los mismos reflectores que la cinta de Derbez, esta dando de que hablar por razones no solo cinematográficas sino porque es una metáfora increíble y emocionante de la vida del actor de teatro y de la sociedad mexicana. Y que mejor manera de retratar el arduo trabajo del teatro y las implicaciones de los involucrados con tal arte escénico que con una pizca de humor.
Francisco Franco, responsable de la estupenda Quemar las naves, vuelve al medio fílmico con un trabajo ejemplar que por donde se le mire se le encontrarán muchas cualidades y aciertos correspondientes a un trabajo de cine bien expuesto y satisfactorio. Franco comentaba que el guión había tardado tres años en concretarse y que la cinta en cuestión representaría para él, y para los involucrados, una mirada diferente a la realidad que se vive en nuestro país. En palabras del propio director: “México es más que corrupción, narcotráfico, políticos y telenovelas”. Y con Tercera llamada queda claro que si, México es mucho más.
La trama de Tercera llamada es muy sencilla en concepto pero complicadísima en técnica y desarrollo; falta mes y medio para que se estrene la obra de teatro “Calígula”, de Albert Camus, y su directora esta estresada y devastada no solo con su vida privada sino también con la puesta en escena y la dirección de actores de la obra. A esto le sumamos que el actor principal renuncia y debe darse luz roja para encontrar rápidamente a un sustituto y tratar milagrosamente de que la obra funcione a la perfección en la fecha planteada, luego de la tercera llamada la obra debe comenzar. Con esta interesante premisa Franco nos presenta una comedia inteligente, divertida y sorprendente no solo del mundo detrás de un escenario de teatro sino que además la historia sirve como punto de comparación, y reflejo, de la idiosincrasia mexicana.
Todos y cada uno de los personajes de la película son el puro reflejo y representación de los estereotipos más comunes del mexicano en el medio artístico y en su ideología con el mismo. Desde el primer minuto hasta el último sentirás una maravillosa empatía con los personajes del relato, títeres, cada uno a su manera, de ese impresionante y espectacular arte escénico llamado teatro. Y es que quizás no muchos lo conozcan, los menos empapados de información, pero el teatro y el cine son tan similares y a la vez tan diferentes que el hacer una mezcla de ambos solo podría resultar en algo sorprendente. Las técnicas narrativas las desarrolla el cine y la actuación el teatro, combinadas son una fuerza visual y argumentativa muy poderosa que Franco sabe fortificar de buena manera durante toda la película. Con ello merece mi aprobación.
Tercera llamada triunfa no solo por lo citado en el párrafo anterior sino porque además tiene uno de sus pilares en su guión y en su acertado reparto actoral. Podría mencionar a cada uno de los personajes y llenarlos en elogios pero me llevaría más líneas de texto, solo diré que todos cumplen a la perfección su rol dentro de la obra, nunca mejor dicho, exceptuando quizás uno que otro secundario que únicamente están ahí para dar un poco de relleno, nada grave. Pero si tengo que hablar de un actor en particular, esa sería Irene Azuela. Ganadora del Ariel por su papel en Quemar las naves, vuelve bajo la dirección de Franco en el papel protagónico de joven promesa teatral que en sus pies y manos, literal, está el futuro de la obra “Calígula”. Irene vuelve a demostrar no solo que es una de las mejores actrices de su generación sino que hoy por hoy no veo a ninguna actriz que se le acerque a nivel histriónico. Una lástima ya que no obtiene los reflectores que merecería.
Para todos aquellos que disfrutaron No se aceptan devoluciones, que quede claro que no tengo nada contra ellos sino contra los que hicieron el producto, les hago la atenta invitación de que acudan al cine a ver una buena película mexicana en toda regla y no un mero producto prefabricado para jugar con los sentimientos del público más sensible. De igual manera la recomendación va para todos aquellos que como un servidor quedaron sumamente molestos por el trabajo de Derbez pues encontrarán en Tercera llamada una muestra palpable de que en nuestro país se pueden hacer buenas cosas, cosas inteligentes y que nos hagan reflexionar sobre todos los acontecimientos que vivimos al día a día, todo esto disfrazado de una excelente comedia que tiene cine puro en sus venas. Ampliamente recomendable.
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