Representación artística del rover de la misión ExoMars, con la plataforma de aterrizaje en el fondo. Crédito: ESA/ATG medialab.
Es oficial: Rusia ya no será parte de la misión europea de búsqueda de vida en Marte, cuyo rover está programado para ser lanzado durante esta década.
La Agencia Espacial Europea (ESA) ha estado desarrollando la misión en cooperación con su contraparte rusa, Roscosmos, como parte de un programa más amplio llamado ExoMars.
El plan original del rover, nombrado Rosalind Franklin, consideraba el lanzamiento a bordo de un cohete ruso Proton desde el cosmódromo de Baikonur, un sitio en Kazajistán controlado por Roscosmos y el ejército ruso. También estaba planeado que Rosalind Franklin aterrizara y fuera desplegado desde un módulo de aterrizaje ruso llamado Kazachok.
Pero la ESA suspendió la participación rusa en la misión del rover después que Rusia invadió Ucrania a finales de febrero. Tras esta suspensión, se ha decidido dar por terminada la cooperación de Rusia.
La decisión tiene implicaciones importantes para la misión, por supuesto. Por ejemplo, el lanzamiento de Rosalind Franklin estaba planeado para septiembre de 2022, pero la necesidad de encontrar un nuevo cohete y otra plataforma de aterrizaje hace que sea poco probable un lanzamiento antes de 2028.
La cooperación ESA-Roscosmos en el programa de dos fases ExoMars había sido larga. La primera fase dle programa se centró en el orbitador Trace Gas Orbiter (TGO) y el demostrador de aterrizaje Schiaparelli, que fueron lanzados al Planeta Rojo a bordo de un cohete Proton en 2016.
TGO llegó a la órbita de Marte de manera segura y actualmente continúa estudiando el planeta. Schiaparelli, cuyo objetivo era probar la tecnología de aterrizaje antes de la llegada del rover, se estrelló durante su intento de aterrizaje en octubre de 2016.
Fuente: Space.com
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