La continuación podría ambientarse en una línea temporal alternativa al estilo Star Trek 2009
Ya he dicho en más de una ocasión y defenderé hasta la muerte que sin ser el cagarro de cinta que muchos proclaman, Terminator 3 fue esa meada fuera del tiesto que trastocó para siempre el rumbo de la saga Terminator. Como cinta de acción y blockbuster palomitero cumplía con creces, además de contar con una escena final inesperadamente atrevida y pensada para enlazar con una futura cinta ambientada en el futuro como finalmente sucedió. Pero la película dirigida por el desaparecido TAL falló en dos elementos cruciales de la saga con una sola decisión: Terminatrix.
No hay que olvidar que en la primera entrega de la saga el protagonista es el villano, y en la segunda también fue la figura más recordada. La sombra del T-1000 es tan alargada que era prácticamente imposible idear una máquina mejor diseñada para matar en la tercera. El robot que inmortalizó Robert Patrick era superior en todos los aspectos al de Kristanna Loken. Resultaba un asesino perfecto que ha convertido sus manos como cuchillas y esa peculiar forma de correr en instantáneas imperecederas del séptimo arte y, sencillamente, no lograron encontrar otro antagonista a la altura. La solución ideal hubiera sido sustituir la eficacia por carisma, es decir, enfrentar a dos modelos T-800 con los rostros de Arnie, y reventar por el camino los calzoncillos de media audiencia. Pero no se dio el caso y el resultado fue una entrega con una alarmante falta de alma que asesinó como decimos todas las ganas de continuar con la saga.
Unos años después -ya con Arnie a lo Ronald Reagan- vino MCG con Cristian Bale bajo el brazo prometiéndonos la tan esperada guerra del futuro y todos recobramos el interés no sin cierto escepticismo. Pero entonces se dio un encarnecido debate entre los que pensaron que Salvation fue una entrega diferente pero digna de la saga y los que la pusieron al nivel de los Transformers de Michael Bay, que incluso sirvió para ocultar unas correctas cifras taquilleras (371 millones de dólares frente a 200 de presupuesto) relegando las dos entregas más planeadas al limbo cinematográfico.
Ahí estaban hasta que hace unas semanas Arnie dijo que volvía que Terminator 5 era su prioridad. La maquinaria de Hollywood comenzó a moverse y se medio-fichó a Justin Lin (A Todo Gas 4 y 5) y comenzaron a surgir rumores que apuntaban a que uno de los guiones que se barajan para la secuela incluía a todos los personajes originales (Kyle Reese, John Connor, Sarah Connor y T-800). Cuando parecía que nada podía salir mal va la señora Schwarzenegeer y se entera de que el hijo de 10 años de su asistenta es también hijo de su marido, lo que ha obligado al actor a aplazar su regreso para poner calma en casa. Y en ese punto estábamos hasta hoy, y eso que no hemos hablado de los problemas legales sobre los derechos de la saga, que finalmente están en manos de la productora Megan Ellison (Valor de Ley o lo nuevo de Paul Thomas Anderson).
Esta introducción kilométrica espero que os haya servido para haceros una idea de lo complicado que es que veamos pronto Terminator 5, así que para amenizar la espera no dejan de surgir rumores que ponen los pelos de punta. Tras ese que situaba a Vin Diesel como nueva máquina, llega el de que Justin Lin podría estar considerando seriamente a Paul Walker para dar vida a Kyle Reese. ¿Un Reese treintañero? En efecto, ya que al parecer la idea es utilizar una línea temporal alternatival como ya hizo -y muy bien- J. J. Abrams en Star Trek 2011 para cambiar de rumbo sin renegar de todo lo anterior. Además no sería un recurso nuevo en la saga ya que ese era el punto de partida de la breve serie de televisión Las Crónicas de Sarah Connor. A mí desde luego me parece tan vago como gratuito.