Revista Opinión

Terrazas de verano

Publicado el 04 julio 2011 por Carmentxu

Todo debió empezar con la Ley Antitabaco. La gente perdió el miedo a a calle y ésta pasó a ser un espacio de socialización, de conversación sosegada para no asustar a los vecinos frente al ruido del interior de pubs y locales, que obliga a hablar prácticamente a gritos, y poco. En la calle empezamos a hablar, a vernos las caras, la expresión, cada guiño, cada  movimiento antes desapercibido. Sentados o de pie, el contacto se aceleró. Y las terrazas repletas de ciudadanos tomaron primero los chaflanes, más tarde las aceras para, finalmente, instalarse en las plazas, antes patrimonio de palomas y fuentes prohibidas. Terrazas de veranoY de ahí a empezar a andar por las calles sólo hubo un paso. La calle es ahora de todos por derecho propio, recuperada del patrimonio personal de Manuel Fraga, quien siendo ministro de Gobernación en 1976, jaleó con chulería que era suya, usurpándola a los ciudadanos que se querían manifestar el Primero de Mayo. Eran otros tiempos pero las calles, como ahora, respiran libertad pese al humo de los coches y al aire pesado y caliente de los aires acondicionados de los comercios. Ahora, las calles desembocan en ágoras y éstas se convierten en parlamentos alternativos o en tribunales ciudadanos que declaran la culpabilidad de los culpables que la justicia tradicional no se atreve a tocar y que se van de rositas y buscan capital, capital… más capital, sin darse cuenta de que ya son millonarios en capital. Está ahí, en las calles. Sólo hay que cogerlo, pues crece como el maná y lo reconocerán porque anda, corre, respira, observa, piensa, habla, para a tomar un café con hielo en una terraza y, a veces, echa humo.

Si Rubalcaba, o Alfredo P. o P. Rubalcaba dice saber cómo reconocer y aprovechar todo ese capital que languidece este verano bajo los rayos del sol o que corre hacendoso con bandejas llenas de bebida, ¿por qué no ha dicho nada hasta ahora, ni siquiera una pista? ¿Por qué esperar a la campaña electoral para dar la lección? ¿Qué sabe él que el resto no sepamos? Igual sabe que la calle es suya.


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