Revista Ciencia

Territorio ocupado

Por Ernesto Villodas
TERRITORIO OCUPADO  Cisne vulgar (Cygnus olor) La familia de cisnes de la charca del Sorbal, en Santoña, parece encontrarse muy cómoda y los 8 pequeños crecen sin novedad junto a otras especies, que no deben encontrarse muy tranquilas con tan gigantescos vecinos.
TERRITORIO OCUPADO  Han elegido una orilla para acicalarse y cuidar su denso plumaje.
TERRITORIO OCUPADO  No se han dado cuenta de que ha su lado hay un nido de focha común muy bien custodiado.
TERRITORIO OCUPADO  Ante el primer aviso de la focha, el cisne "bufa" y arremete contra tan descarado enemigo.
TERRITORIO OCUPADO  Focha común (Fulica atra)   La valiente focha se retira y su compañera baja del nido para unirse a ella y contraatacar.
TERRITORIO OCUPADO  Se trata de rodear al cisne..
TERRITORIO OCUPADO  ... e incomodar su presencia en esa zona.
TERRITORIO OCUPADO  Los pequeños cisnes observaban sin intervenir en la reyerta y el otro adulto se mantenía a distancia con un par de sus crías, alejados de la zona peligrosa, territorio de las fochas.
TERRITORIO OCUPADO  A pesar del aparente desequilibrio de fuerzas, las fochas se hicieron fuertes en la pelea.
TERRITORIO OCUPADO  Focha común - Cisne vulgar
TERRITORIO OCUPADO  En realidad las fochas defendían algo mucho más importante (su nido) que los cisnes, que únicamente se vieron ligeramente incomodados por la vehemente advertencia. Esto normalmente es suficiente para que los defensores del territorio salgan victoriosos. 
TERRITORIO OCUPADO  Otra cosa sería que los cisnes todavía ocupasen su nido. Entonces el resto de habitantes de la charca tendría pocas posibilidades ante estas enormes y agresivas anátidas.  De hecho, me da la impresión de que las fochas, este año y en esta zona, han retrasado bastante la crianza. Mucho habrá tenido que ver la reciente ocupación de El Sorbal por parte de los hermosos cisnes.
TERRITORIO OCUPADO Focha común (Fulica atra) Ha llegado el momento de las fochas y del resto de aves que crían en la charca que sólo tendrán que soportar a los irascibles cisnes de pasada, cuando se alimenten, acicalen o descansen en sus territorios.  Nuestras valientes protagonistas pudieron finalmente descansar a salvo en su nido.

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