Se llaman Pi Mensae c, Lhs 3884b y Hd 21749b, y son los tres primeros planetas extrasolares confirmados por el Transiting Exoplanet Survey Satellite -el nuevo cazador de exoplanetas de la NASA- en sus primeros tres meses de observaciones, gracias a los datos de las cuatro cámaras del telescopio. La confirmación de la primera es el trabajo de un estudio dirigido por Davide Gandolfi de la Universidad de Turín.
“La espera ha terminado. La búsqueda de planetas extrasolares alrededor de las estrellas cercanas ha comenzado con el nuevo satélite Tess de la NASA”, escribimos en estas páginas el pasado mes de julio informando sobre el inicio oficial de las operaciones científicas del cazador de exoplanetas. Ahora, unos meses después del inicio de las observaciones, después de la llegada de los datos y su análisis, Tess descubrió otro exoplaneta: Hd 21749b. Los tres confirmados – Pi Mensae c, Lhs 3884b y, de hecho, Hd 21749b – se convierten así en tres y parece que ya viene un cuarto. Pero, ¿cuáles son las características de estos mundos alienígenas?
El primero, Pi Mensae c, tiene un tamaño que es aproximadamente el doble del de la Tierra y corre en órbita circular, tomando sólo seis días para hacer un giro completo alrededor de su estrella, Pi Mensae. Una estrella similar al Sol en cuanto a masa y tamaño, situada a unos 60 años luz de distancia y visible a simple vista en la constelación sur de la Cantina.
“Es una estrella ya conocida por albergar un planeta, Pi Mensae b, cerca de 10 veces la masa de Júpiter y con una órbita larga y muy excéntrica”, explica Chelsea Huang del Instituto Mit Kavli de Astrofísica e Investigación Espacial (Mki) de Cambridge. “En comparación con el primero, Pi Mensae c tiene una órbita circular cerca de la estrella, y estas diferencias orbitales serán la clave para comprender cómo se formó este inusual sistema planetario. El nuevo planeta, además, probablemente tiene un núcleo de hierro y roca, rodeado por un océano o una atmósfera de materiales más ligeros como el agua, el metano, el hidrógeno y el helio.”
La confirmación de que se trata realmente de un exoplaneta se hizo gracias a un estudio, publicado el 30 de noviembre en Astronomía y Astrofísica, dirigido por Davide Gandolfi, del Departamento de Física de la Universidad de Turín. La confirmación ha sido posible, explica Gandolfi a Media Inaf, “gracias a la combinación de los datos fotométricos adquiridos por Tess con las medidas de velocidad radial de alta precisión obtenidas con el espectrógrafo Harps y presentes en el archivo público de Eso”.
“Pi Mensae se encuentra en un sistema planetario con una arquitectura peculiar”, dice Gandolfi, porque su estrella también alberga un segundo planeta descubierto en 2002. Dado el brillo de su estrella, el planeta Pi Mensae cuenta con una mina de oro para estudiar las atmósferas de mundos alrededor de otras estrellas. El descubrimiento abre el camino a futuros estudios que permitirán, por ejemplo, caracterizar la atmósfera del planeta o la inclinación de su órbita con respecto al ecuador de la estrella. También muestra que el telescopio Tess está en gran forma y cumple sus promesas.
El segundo exoplaneta descubierto por Tess es rocoso y se llama Lhs 3884b. Es aproximadamente 1,3 veces el tamaño de la Tierra y se encuentra a unos 49 años luz, en la constelación de la India, lo que lo convierte en uno de los exoplanetas de tránsito más cercanos conocidos. Al completar una órbita cada 11 horas, el planeta está tan cerca de su estrella -un enano tipo M de aproximadamente una quinta parte del tamaño de nuestro Sol- que parte de su superficie rocosa podría formar charcos de lava fundida durante el día.
El tercer planeta extrasolar, descubierto en estos días, es en cambio un planeta gaseoso: Hd 21749b. Orbita alrededor de Hd 21749, una estrella de tipo K de masa similar al Sol ubicada a 53 años luz de distancia, en la constelación sur de la Red.
Como muchos planetas gaseosos cercanos a sus estrellas, el Hd 21749b rota muy rápidamente -su año dura sólo 36 días– y tiene una temperatura superficial de alrededor de 150 grados centígrados, por lo que no es apto para la vida. Su tamaño es aproximadamente tres veces mayor que el de la Tierra: esto significa que es un poco más pequeño que Neptuno – un mini Neptuno en pocas palabras. Su masa, en cambio, es grande: es 23 veces mayor que la de la Tierra, con una atmósfera -dice Diana Dragomir, primera autora del artículo que describe el descubrimiento- bastante densa: “este planeta tiene una densidad mayor que Neptuno, pero no es rocoso. Podría ser un planeta acuático o tener otro tipo de atmósfera.”
Al sistema planetario recién descrito, compuesto por el exoplaneta HD 21749b y su estrella, podría añadirse en realidad otro planeta, similar en tamaño a la Tierra y con un movimiento de revolución alrededor de la estrella de ocho días. En un trabajo propuesto a The Astrophysical Journal Letters, pero aún no publicado, el mismo grupo de investigación coordinado por Diana Dragomir informa, de hecho, haber descubierto otro planeta alrededor de la misma estrella. Si se confirma, podría ser el planeta más pequeño que Tess ha descubierto hasta la fecha. En los próximos meses, por lo tanto, debemos esperar más sorpresas, incluyendo observaciones de muchos otros objetos. Un tesoro astronómico, ya sabes.
Fuente | Media Inaf
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