Los test psicológicos proporcionan una descripción objetiva de la personalidad, el comportamiento emocional y la inteligencia.
El resultado de estos test puede contribuir a orientar el diagnóstico y el tratamiento de trastornos mentales.
Utilizados para enfoques organizativos de empresas, los test de personalidad profesional pueden ayudar a mejorar el trabajo en equipo y la comunicación o servir como base para plantear el desarrollo de un determinado estilo de dirección.
Pruebas de personalidad
Los especialistas en salud mental utilizan pruebas de personalidad para ayudar a los individuos a reconocer problemas y conflictos emocionales o para ampliar el autoconocimiento en aras al desarrollo de capacidades.
Las escalas estándar empleadas para la valoración se basan en datos obtenidos de grupos tipo.
Una de las pruebas más utilizadas es el MMPI. El test consiste en 550 preguntas que la persona debe responder con una respuesta binaria del tipo Verdadero – Falso. A afirmaciones del tipo “creo que todos están contra mi”o “me molesta la gente”, etc… la persona contestará según su visión particular. La prueba se analiza mediante aplicaciones estadísticas. La interpretación del test es compleja y requiere cierto grado de comprensión de los componentes educativos, sociales y del entorno del propio paciente. Hay factores culturales de religión o raza que afectan a las respuestas.
Otros test de personalidad son proyectistas, es decir la persona adjudica un significado a una determinada imagen que se le muestra, o a una frase incompleta, en función de sus propios mecanismos internos.
En estas pruebas no hay respuestas acertadas o errores. Su interpretación requiere una demostrada experiencia profesional.
Entre otras, las ventajas que pueden obtenerse de los test de personalidad son:
- Ayuda en la autoexploración y toma de decisiones.
- Mejora en la calidad de las interacciones personales.
- Enfoque adecuado del desarrollo profesional.
- Correcto diagnóstico de trastornos mentales.