Como ya sabemos, se ha ido incrementando el número de denuncias de casos de bebés robados en España, poco a poco aparecen nuevas pruebas, y se descubren todo tipo de irregularidades. Muchas madres buscan a sus hijos no muertos y que han sido comprados por otras familias, lo mismo ocurre con los hijos, quieren saber qué ocurrió realmente y de dónde vienen, cuál es su familia biológica… Podemos conocer nuevos testimonios sobre los bebés robados que nos ponen los pelos de punta y que muestran la absoluta falta de escrúpulos de todas aquellas personas que estaban implicadas en el negocio de la venta de bebés.
Recomendamos leer los post Adopciones ilegales en España a finales de la década de los años 60 y La Fábrica de Bebés, venta de recién nacidos para conocer un poco mejor la trama de robos de bebés realizados entre los años 50 y 90. Como decíamos, se ha ido incrementando el número de denuncias de bebés robados y hemos podido saber que entre algunas de las prácticas habituales tras un parto y el robo del bebé, era enseñar una fotografía o el cadáver de otro bebé para justificar una falsa muerte del recién nacido. Pues bien, a través de la publicación digital El Mundo podemos conocer el testimonio de una trabajadora de una antigua residencia sanitaria y que transcribimos a continuación, seguramente os causará una brutal indignación.
Usted fue trabajador de la residencia Virgen Blanca…
Sí, estuve como siete años.
¿De qué época hablamos?
Mediados de los 70.
Usted bajaba muchas veces al mortuorio.
Sí, solía haber dos fetos y como entonces no había entierros ni había nada, pues casi siempre estaban allí. Cuando alguien decía que había que enseñar un feto, pues se enseñaba uno a la familia.
¿Y dónde estaba ese mortuorio?
En el sótano.
¿Qué eran? ¿Una niña y un niño?, ¿dos niños?…
No, no. Estaban amortajados y sólo se veía la cara. No se sabía si eran niño o niña. Te decían, “enséñales el feto a estos padres, que se les murió por la noche”… Bajabas, se lo enseñabas y nada más.
¿Cómo estaban envueltos?
Les envolvían en gasas y sólo se les veía un poquitín la cara.
¿Eran siempre los mismos bebés?
Bueno, allí estaban… y normalmente se enterraban cuando pasaba tiempo. Porque legalmente eran fetos, no se les hacía entierro ni nada.
¿Pero siempre eran los mismos?
No, llegaba un momento en que cambiaban. Cuando pasaba tiempo los llevaban los funerarios a enterrar.
De qué tiempo podemos estar hablando, ¿de un mes?
O de dos, depende…
Y los tenían congelados
Estaban en la nevera. En verano claro, pues duraban menos porque olían. Y entonces se les reclamaba a los funerarios que se los llevaran ya. Porque se tiraban allí tiempo…
Y cuando se los enseñaban a la familia, ¿correspondía con su bebé?
Ay, eso ya por lógica lo sabemos ahora. Entonces no sabíamos nada. Por lógica nos imaginamos que… bueno…. que no sería.
¿Pero el mismo feto se le enseñaba a más de una familia?
De aquella sí te decían «baja a una familia», pues…. en aquellos tiempos nosotros tampoco pensábamos que esto ocurría. Lo que sí sabíamos es que bueno, que estaban allí y ¿cómo sabías tú si era o no era el mismo bebé? A lo mejor coincidía que yo hoy le enseñaba el feto a unos, pero a lo mejor en 8, 15 días o un mes no volvía a bajar allí. ¿Entiendes? Se podía dar el caso. Probablemente puede que sí.
¿Usted era el encargado de bajar?
No, allí bajaba cualquiera. Lo mismo que bajaba yo, bajaban otros.
¿No les extrañaba que estuvieran allí tanto tiempo los bebés?
Me extraña ahora a toro pasado. De aquella, pues lo mismo que había eso a lo mejor había un brazo, dos o tres piernas que cortaban por gangrenas… Se tiraban allí a lo mejor un mes, hasta que ya nos cabreábamos con las funerarias y les decíamos «joder, que huele que no hay quien pare aquí». Pero yo no pienso ahora lo mismo que pensaba entonces.
¿Qué piensa ahora?
En aquellos tiempos tampoco pensábamos si era el mismo bebé o no. Tampoco te arrimabas mucho allí porque no era una cosa agradable. Era una zona que tampoco gozaba de mucha iluminación.
¿Quién mandaba que bajara a enseñar un bebé?
Pues los de arriba, en planta. Pero no le voy a dar mas explicaciones porque no. Está tirando mucho de la cuerda y no quiero yo meterme debajo de la pata de los caballos.
Si había más de un bebé muerto… ¿Usted qué enseñaba si le llamaban?
Pues el primero que cogía.
¿No había control?
No, no había mucho control de aquella….
¿Siente culpa?
Culpa no, porque en principio yo cumplía órdenes y tampoco pensábamos que estuviéramos haciendo ninguna cosa fuera de lo normal. Pero sí tengo dudas… Las cosas no me cuadran como me cuadraban entonces… Bueno, creo que ya con esto le dije bastante…
Aunque es de agradecer el nuevo testimonio sobre los bebés rogados en España, nos causa una profunda indignación, no creemos que la trabajadora cumpliera órdenes sin enterarse de lo que ocurría, y menos si enseñaba el mismo feto en diferentes ocasiones. Reconoce que mantenían a los fetos muertos durante bastante tiempo (hasta dos meses) luego eran sustituidos por otros. Sorprende saber que vivió la situación como algo normal y que ahora reconoce que era un proceder extraño.
En fin, como sabemos, poco a poco se conocen nuevos datos sobre el caso, son muchas las familias e hijos que buscan y no pararán hasta destapar toda la verdad y a las personas que estaban implicadas en la trama de la venta de bebés. Recomendamos acceder a la página oficial de Anadir (Asociación Nacional de Afectados por Adopciones Irregulares) para conocer las últimas novedades de este tema tan escabroso.
Foto | SabianMaggy