Particular interés merece la referencia al uso del tiempo en las películas norteamericanas. En este punto discrepo respetuosamente del parecer de Takeshi Kitano. Un silencio prolongado de más de diez segundos produce una inexorable caída del ritmo cinematográfico. El control del ritmo es esencial para mantener la atención de los espectadores. Y 10 segundos de silencio pueden dinamitar una película. Aquí, en los Estados Unidos y en Asia. El ritmo es un concepto universal, forma parte de la gramática del cine y por lo tanto nada tiene que ver con la percepción que los espectadores puedan tener de una película según una determinada nacionalidad. Un defecto en el ritmo es un defecto en todo el mundo. Y la única manera de que un silencio de tal calibre no afecte al devenir de la película es que este silencio tenga significado. Un significado poderoso puede justificar un silencio de 28 segundos. Por eso el silencio, un cambio de ritmo, o una caída, debe estar ordenado en función de un lenguaje. El texto objeto de este comentario es el que sigue:
Al mismo tiempo, esto no significa que me sienta más próximo al cine norteamericano. Es demasiado estandarizado, demasiado dogmático: tiene que haber un héroe, una familia, gente de color, escenas de comidas, etcétera. Resulta sumamente restrictivo. Y, además, el cine asiático puede hacer algo que el cine norteamericano es incapaz de hacer: controlar el uso del tiempo. En una película de Hollywood, si hay más de diez segundos de silencio, la gente se extraña. En Asia, mantenemos una relación más natural y saludable. Al final, también es una cuestión de escala. Para los americanos, divertirse significa construir una Disneylandia; en cambio, tengo la impresión de que nosotros aún podemos divertirnos con un simple juego de ping-pong. Al final, supongo que el dinero es lo que gobierna el estilo de rodaje en cada cultura, y es una pena.
Takeshi KitanoANTONIO MARTÍN DE LAS MULAS