Hace mil años no comía nuggets, la verdad es que no me gustan, y como tenia un pollo horneado esperando a ser rescatado en el refrigerador, se me ocurrió hacerlos en su versión saludable y con toques orientales (que me encantan).
Esta misma receta la pueden hacer manteniendo la base y aliñando con lo que mas les guste y tengan disponible.
- 1/2 cebolla morada
- 2 dientes de ajo
- Aceite de oliva extra virgen
- 1 huevo de campo
- 1 cs salsa de pescado
- Ralladura de un limón
- 1 ct jengibre fresco
- 1 cs sésamo negro
Preparación
En un sartén saltear la cebolla y el ajo picados finamente con un poco de aceite de oliva y una pizca de sal. Saltear hasta transparentar.
Por otra parte poner la carne de un pollo cocido, ya sea hervido o al horno, en la 1-2-3 y moler. Yo usé 2 t de pollo molido.
En un recipiente mezclar el pollo con la cebolla, el huevo, el mirin, la salsa de pescado, ralladura de limón y jengibre picado. Revolver hasta tener una mezcla uniforme y formar los nuggets, con ésta cantidad salen ocho. La mezcla es pegote por lo que les recomiendo que los formen todos antes de apanar.
Luego apanar por todos lados con la mezcla de avena y semillas de sésamo. Para la un apanado sin gluten utilicen sólo sésamo.
Llevar a un horno precalentado, fuerte, hasta dorar por ambos lados. Ojo que el único ingrediente crudo es el huevo, por lo que no es necesario un tiempo de cocción prolongado, solo buscamos que tomen un lindo color y que queden crujientes en su exterior.
Yo los acompañé con una fresca ensalada de lechuga y pera, pero vean ustedes lo que mas les acomode.