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`The Amazing Spider-Man´ -un reboot conlleva una gran responsabilidad

Publicado el 10 julio 2012 por Cinefagos

`The Amazing Spider-Man´ -un reboot conlleva una gran responsabilidad

Vamos a empezar aclarando algunas cosas antes de entrar en materia. Lo del “reboot” y lo de “la historia jamás contada” se ha hecho por una simple, clara y concisa razón. Sony quería mantener los derechos cinematográficos del personaje y no devolvérselos a Marvel, con lo que ha optado por un reinicio y lavado de cara. La otra opción era haber seguido con Raimi, Maguire y parte del reparto de la anterior saga, pero es obvio que los intérpretes se iban haciendo mayores y querían cortar por lo sano. Aparte de algunas desaveniencias que supuestamente hubo entre el director y la productora. Otros grandes personajes están en las mismas (Daredevil, Los Cuatro Fantásticos…), con lo que las poseedoras de los derechos ya han ido dejando en el aire la palabra reboot. ¿Y por qué Sony no quiere devolver los derechos a Disney-Marvel? Pues ésta es una respuesta todavía más fácil. Spider-Man vende como churros y nadie es tan tonto como para vender la gallina de los huevos de oro hasta que deja de dar dichos huevecillos.

¿Historia jamás contada? Vale. Los fans del personaje, entre los que me encuentro yo desde hace ya muuuuchos lustros, sabemos que ésa es simplemente una forma de vender el reboot. Es como si dijeran en voz alta “oye, que esto no es lo mismo que visteis con Raimi. Id al cine que no os arrepentiréis”. Ni más ni menos que eso. Y siendo honestos, cualquier historia puede tratarse de mil maneras diferentes en un momento dado, sea por un reinicio (lo que hizo DC en los ochenta con sus personajes más emblemáticos), una línea alternativa (Ultimate), etc. Lo importante es que no cambie demasiado la esencia del personaje, ya que si fuera así perdería parte -o todo- de su encanto. Vamos, en resumen, que sería igual de estúpido dulcificar o poner haciendo chistes a Batman que intentar hacer un Spider-Man “oscuro” o serio. Aunque eso no significa que pueda tener sus momentos dramáticos.

Es exactamente lo mismo que si cuando estrenaron Batman Begins hubiesen puesto esa leyenda en el título. Aunque ahí, siendo sinceros, contaban el origen del Hombre Murciélago de una forma que no se había contado hasta el momento en el cine (en la cinta de Tim Burton tan sólo se hacía referencia a la muerte de sus padres, pero no al entrenamiento o su preparación -traje, gadgets, etc-).

Ahora sí vamos a hablar sobre The Amazing Spider-Man después de estas aclaraciones. Y sí, hay algunos SPOILERS de consideración. Avisados estáis.

`The Amazing Spider-Man´ -un reboot conlleva una gran responsabilidad

El primer sentimiento que he tenido nada más salir del cine ha sido el de “pos fueno, pos fale”. Algo a años luz de lo que sentí cuando ví The Avengers, la cual volví a ver una semana después. Si bien es cierto, que pasado unos días (la ví el Sábado pasado) mi opinión ha ido siendo más positiva. Las opiniones sobre la película de Webb son dispares. Por una parte hay un sector del público que ha ido sin pretensiones, yo también fuí que conste, y que han salido muy pero que muy satisfechos. Otros la consideran una película irregular, no mala pero sí con algunos fallos considerables que pueden mermar el resultado final. Y finalmente hay personas que la consideran una porquería supina y un insulto directo para la vista (cosa en la que no coincido ni de lejos). En los tres grupos que he expuesto hay aficionados al cómic, espectadores que han visto simplemente la saga de Raimi -y conocen ésa parte del superhéroe- y quizás otros que lo pueden encontrar por primera vez.

Mentiría si dijera que el visionado de The Amazing Spider-Man me haya hecho mirar el reloj constantemente, provocado bostezos o ir a la taquilla exigiendo que me devolviesen el dinero de una entrada. Sin embargo, dentro de las cosas positivas que tiene, que las hay y muchas, también están esas negativas que hace que sobre todo los fans del arácnido -o los que no, ya puestos-  hayan podido salir defraudados en cierta manera.

Lo difícil era mostrar algo novedoso cuando tienes que contar, nuevamente, el origen del personaje. Un origen que ya contó Sam Raimi hace una década. La sensación de “esto ya lo he visto” estaría ahí, impregnando al espectador de la trilogía del director de Posesión Infernal. Así que se ha optado por cambiar algunas cosas, para alejarse en parte de lo que vimos en su momento. Es lo que ocurre cuando una adaptación no sólo tiene que competir con su versión en cómic, si no también con otras películas que se habían hecho con anterioridad. Gracioso es que algunos fans de Batman renieguen de lo hecho por Burton y hagan reverencia por la labor de Nolan. ¿Por qué no pueden gustar ambas versiones? Pues igual puede pasar con Spider-Man. Si en un primer momento te gustó lo hecho por Raimi, ¿por qué algunos están cambiando de parecer y parece que el reboot tiene que “comerse” inmediatamente a la anterior trilogía?. Bueno, es lo que tiene el Hype actual. Lo nuevo parece que tiene que desplazar a lo viejo por imposición. Ojo, no digo que tenga que gustar lo que hizo Raimi -que para eso cada cual tiene su opinión-, pero sí que se puede convivir con ambas adaptaciones y disfrutar de ellas sin inconveniente alguno.

A mí, personalmente, no me ha molestado demasiado ver como Peter Parker muestra sus recién adquiridos poderes -si bien el cómic y en la primera película de Raimi lo hacía en “privado”- delante de un público inconsciente de con quien se estaban metiendo. Ése sería un detalle sin importancia. Pero sí el ver como la muerte de tío Ben no contiene el dramatismo de antaño. Aquí es algo que parece hecho por obligación, pero a años luz de lo que Tobey Maguire y Cliff Robertson nos deleitaron en Spider-Man (2002). Hubo en su momento, cuando iban apareciendo noticias al respecto, donde se especuló sobre la no-muerte de tío Ben, diciendo que la inclusión del tema de los padres de Peter podía dar un giro tremendo a la historia que todos conocemos. Finalmente no la han obviado y está presente, pero de una forma muy olvidable. Además, ¿dónde ha quedado la frase icónica y conocida por todos de “un gran poder conlleva una gran responsabilidad”. En el baúl de los recuerdos supongo. Como bien comentaba Harry Powell en un comentario de la reseña de Karelia, dicha frase fué puesta en los labios del tío Ben sin que en el cómic sucediera así. Una licencia que dejó un momentazo en la primera entrega.

Nos quejamos de todo, es posible. Si algo no cambia esperamos un cambio porque nos encontramos en un círculo constante. Si es al contrario nos quejamos de que tal o cual cosa se podía haber mantenido. Pero he aquí que algunas cosillas se tienen que mantener para no alejarse demasiado de lo que podríamos denominar la esencia del personaje. Por eso hay películas, aunque yo no metería a esta película en dicho saco, que provocan la furia y el enfado del público -sobre todo si conocen al personaje-, véase Ghost Rider, Catwoman, Batman y Robin, Elektra o Jonah Hex.

La película de Webb no llega a ese nivel de cutrez. Aunque bien es cierto que algunos la meterían en el grupo que he mencionado antes sin dudarlo. Es extraño, porque ni de lejos estamos hablando de una película sonrojante y digna de encorrer a sus creadores.

`The Amazing Spider-Man´ -un reboot conlleva una gran responsabilidad

Hubo dos cosas que traían de cabeza a los seguidores comiqueros de Spider-Man. Una de ellas el traje. El cual cosechó -y sigue, supongo- críticas negativas incesantemente. ¿Por qué no conservar el que vimos en su momento? De nuevo la respuesta no puede ser más sencilla. Alejarse de lo que hizo Raimi. Se rediseña en cierta manera y vendemos algo nuevo al público. Es Spider-Man, pero no el que vistes, éste es NUEVO. A mí no me ha molestado la verdad. Ni que llevase los lanzarredes exteriormente ni otros detalles que saltan a la vista. Incluso esas zapatillas deportivas que tantos ríos de tinta provocaron, me han pasado desapercibidas (tan sólo al final de la película se pueden ver claramente). ¿Los ojos amarillos? Pues tampoco han sido algo tan negativo, siendo en muchas ocasiones de color blanco según el plano. Son detalles, detalles que en líneas generales tampoco influyen en lo que sería la valoración negativa de la película.

Porque negativo es el ver, como se ha comentado aquí y en otros sitios, que todo esté relacionado. Que Peter salga con Gwen, la cual trabaja para su futuro enemigo, la cual es hija del policía que quiere detenerlo. Lo segundo es normal, ya que en los cómics es así y el efecto dramático era palpable (no voy a decir más porque sería extenderse demasiado, los lectores sabrán a qué me refiero), pero lo segundo no tanto. Es como si buscasen constantemente que el villano tenga una relación con el héroe, cosa que no tiene que ser necesariamente así. Aunque todos sabemos que eso da mucho jugo conforme avanza la historia. Que a fin de cuentas es lo que se busca.

Lo peor de todo es que hay personajes o partes del guión que parecen que no encajan. Voy a buscar al asesino de mi tío pero a las primeras de cambio dejo su búsqueda, llego a casa magullado y hecho unos zorros y mí tía (personaje desaprovechadísimo) pone cara de asustada y punto. Vamos a ver, que no has estado intentando abusar de un lindo gatito, que te has estado hostiando con la policía o con El Lagarto. Que parece que Nacho Vidal y Rocco Sifredi te han intentado sodomizar. Tú llegas a tu casa en el estado que trae Peter y tus padres te someten a tercer grado hasta que les cuentas una historia coherente. Aquí no.

El capitán Stacy se me ha hecho un personaje totalmente detestable. Hay una escena concreta, cuando Peter va a la Comisaría que es para coger al guionista y tirarle de sus partes bajas. Una cosa es que Stacy sea un cabroncete y otra que parezca un agilipollado. Pero lo más acojonante es que avanzando la trama -no voy a desvelar nada, que conste- Spider-Man demuestra más cariño por él que por otra persona más importante de su vida. El que la haya visto sabrá a qué me estoy refiriendo.

`The Amazing Spider-Man´ -un reboot conlleva una gran responsabilidad

Una de las cosas que ha valorado positivamente la crítica especializada es la relación entre Peter (Garfield) y Gwen (Stone). A mí me gustan más físicamente que Maguire y Dunst. Los cuales rozaban la ñoñería más absoluta en no pocos momentos de la saga. Ésta nueva pareja puede ganarles en algunos aspectos, pero viéndolos me han hecho sonrojar en algunos momentos. Protagonizando unos diálogos vergonzantes, si a eso sumas los constantes titubeos de Parker a la hora de hablar, los cuales son para mear y no echar gota. Acaban por entrarte ganas de pegarle un bofetón para que arranque.  Eso sí, no niego que pueda haber química entre ambos, y que al fin y al cabo son unos adolescentes con sus dudas e inquietudes.

Y no, The Amazing Spider-Man no está a rebufo de la saga Crepúsculo. Ni sus protagonistas son tan empalagosos, ni llegan a ése nivel de estupidez que he visto en esas películas. Así que quien quiera hacerles una crítica en ese aspecto no puedo compartirla.

Por desgracia -aquí viene un spoiler cojonudo, pero tengo que ponerlo- he visto absolutamente tonto que Peter le diga que es Spider-Man a Gwen a las primeras de cambio. Eso tenía que haber sido guardado de cara a una segunda entrega. Mantener el suspense y jugar con los múltiples problemas que tiene el personaje a la hora de encubrir sus actos heróicos. De nuevo entraríamos en las comparaciones. En el Universo Ultimate ,que en cierta manera ya se dijo que se basaba en él, Peter acaba confesándoselo a Mary Jane (Gwen está en un segundo plano), pero hablamos de un medio diferente al cine. En él puedes tomarte las cosas con más calma e ir planificando las cosas para que tengan coherencia. Aquí se ha hecho de una manera muy rápida e ineficaz.

`The Amazing Spider-Man´ -un reboot conlleva una gran responsabilidad

¿Para qué quieres máscara? Sería otra de las cosas más graciosas de los superhéroes de cine y de Spidey en particular. Siempre, repito, SIEMPRE vamos a ver un Spider-Man desenmascarado en cualquier película que se precie. Sobre todo en el climax. Veáse contra el Duende Verde, salvando a Mary Jane de un derrumbamiento por culpa del Dr. Octopus o mientras lucha contra Venom en Spider-Man 3. Pero no pasa nada, también podemos hacerlo mientras salvamos a los ciudadanos de Nueva York de un metro descarrilando. Aquí no podía faltar esa cita. Sea por culpa de un niño que está a punto de caerse de un coche colgando -que manda huevos que el Trepamuros haga eso, pero en fin…- , porque el Capitán Stacy le arranque la máscara o que el Lagarto haga lo propio. Como una vez escuché “el protagonista tiene que ganarse el pan y enseñar la jeta cada dos por tres, lleve máscara o no”. Lo único que se ha diferenciado de la saga de Raimi ha sido la de esquivar la eterna escena donde salva a la chica. A Dios gracias hemos podido solventar esa tontería que pudimos ver TRES VECES CONSECUTIVAS y que ya cansaba por su insistencia argumental.

¿Por qué el Lagarto tiene que hablar sin su siseo particular? Una tontería más dirán algunos. Pero se podía haber hecho de dos maneras, a mi entender. Una. que no hablase. Habría sido más acojonante la verdad. Dos. Que si lo hace lo hiciese siseando, como si un reptil hablase (aunque bien es cierto que nunca he oído a ninguno, pero en fin…), y formando frases simples. Aquí es como si el villano retuviese en cierta manera la forma de expresarse de su alter ego. Visualmente es impresionante, no se puede negar.

Otra cosa que se podía haber aprovechado, y que me hizo quedarme estupefacto, es lo poco que se aprovechó la situación de los SWAT infectados por Connors. Los infecta, pasamos a otra cosa y al rato nos acordamos de ellos… simplemente para ver que se han curado. Una escena con Spidey enfrentándose con ellos habría quedado estupendo. Así que sólo lo puedo entender como… ¿falta de presupuesto?.

Luego está el factor culebronesco, algo que he comentado antes. ¿Para qué meter a Curt Connors en la ecuación del accidente de los padres de Peter? ¿para qué rizar y rizar el rizo?. Es como si todo tuviese que estar hilado de forma que todos los que aparecen en el reparto tengan que tener obligatoriamente una relación entre ellos. Pero en fin, eso parece un estigma en el personaje.

Parece que sólo estoy poniendo cosas negativas de la película, es cierto. Así que no voy a darle el finiquito sin decir las cosas que me encantaron y que me han hecho valorarla en su justa medida. Aunque antes ya he dejado caer alguna que otra.

Spider-Man se mueve como los ángeles. Hay incluso un avance -no muy superior, pero sí lo hay- en lo que a los balanceos se refiere, algo icónico en él. Pero mejor que todo eso es ver como Spider-Man utiliza su inteligencia para crear una red con la que puede saber por donde anda el Lagarto, movimientos que todavía no hemos visto en el cine (posturas, utilización de la red contra los enemigos, etc…) o ese plano final -IMPRESIONANTE A MÁS NO PODER- que cierra la película con Spidey retorciéndose en el aire. Ahí si que hizo que se me cayese la baba.

Dentro de los Blockbusters que llegan a las salas de cine (algo que comentó muy acertadamente Karelia), The Amazing Spider-Man es un producto fiel consigo mismo. Si se obvian algunos detalles que he comentado, las dos horas y cuarto se pasan volando, lo cual creo que es uno de los mejores piropos que se le puede decir a un revientataquillas.

El inicio que ha dejado Webb de cara al nuevo Spider-Man cinematográfico puede subir enteros en próximas entregas. The Amazing Spider-Man no es una película redonda a mi parecer, pero sí contiene lo suficiente, el caldo de cultivo, de cara a unas secuelas en las cuales se pueda subir el listón como es debido. 


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