Revista Música
Hay temas que desde la primera vez que los escuchas te producen la sensación de que acabas de descubrir algo grande, algo especial. “Valet Parking” fue para mí en su momento uno de esos temas, como también lo fueron por esos años el “Supersonic” de Oasis o el “Fuzzy” de Grant Lee Buffalo y, al igual que con éstos, fue escuchar el tema y decidir que el disco debía estar en mi casa.
Como solía ser lo habitual fue en Radio3, creo que en el programa Disco Grande, donde lo escuché por primera vez junto con otras canciones como la estupenda “Showgirl”. Me atrapó la voz melodiosa y un poco grave de Luke Haines y sus canciones llenas de lirismo y de sobria instrumentación, en las que se apreciaba también una actitud velvetiana y cierto toque glam (había también cierto aire “intelectual”, pero no el suficiente como para llegar a espantarme). Cuando fui a la tienda aun no había llegado, así que cuando Judy, mi enrollada profesora particular de inglés, se ofreció a traerme algún encargo en su viaje a Londres no dudé en pedirle en “New Wave” de los Auteurs, y creo que nunca he esperado con tantas ganas una clase de inglés o de cualquier otra cosa.
Y las ganas estaban más que justificadas porque creo que estamos ante uno de los discos más especiales de los 90, lleno de canciones que son una invitación a cerrar los ojos y dejarse llevar por el lirismo y la melodía, interrumpidos de vez en cuando por ciertos sonidos más aguerridos, sin perder en ningún momento ese aire nostálgico, crepuscular y de sobria decadencia que tanto me gusta. “Junk Shop Clothes”, “Starstruck”, “Housebraker”, “Home Again”, los temas citados al comienzo, el fabuloso tema sin título escondido al final del disco… ninguna canción está de más en este trabajo.
Recuerdo haber visto por esa época un documental sobre el emergente britpop en el que se metía a The Auteurs en ese carro, pero que creo que éstos eran algo muy diferente y mucho más especial. Por emparentarlo con alguien de la época lo haría quizás con Suede y su primer trabajo.