Publicamos con unas horas de adelante, que este fin de semana estamos de viaje. Volvemos a mi grupo predilecto de siempre y con la obra que hoy nos ocupa abrimos por 1ª vez en estos más de 3 años de andadura del blog el análisis de discos en directo; en los inicios del blog dije que por aquí no trataríamos de recopilatorios, pero aunque un disco en directo no deja de ser un recopilatorio de temas del grupo, tiene un carácter especial por su envoltura de intensidad y porque no necesariamente se incluyen exclusivamente grandes éxitos o singles de la banda, sino que también hay lugar para joyas ocultas, y en el caso del disco que hoy nos ocupa, al ser doble cd y tener 32 temas, a buen seguro tendrá de esos ítems aprovechables.
En todo caso, esta ha sido mi última adquisición en formato original que he comprado y es que por su importe, 11,95 eur., y todo el material que incluye, merecía mucho la pena. La situación actual de los Cure es difusa. Tras la edición de su irregular último trabajo “4:13 Dream”, el cual a pesar de tener un buen conjunto de temas, peca de una inconsistencia acusada (al igual que le sucedió al trabajo anterior de nombre homónimo de la banda en 2004), el grupo ha sufrido idas y venidas. El cuñado de Smith, Porl Thompson ha protagonizado otra salida más de la banda (sumadas a las de los tiempos de Easy Cure y la de mediados de los 90) y ha regresado Roger O’Donnell con sus teclados (otro que ha ido y ha vuelto a los Cure en más de una ocasión); incluso hasta Lol Tolhurst se sumó a la formación para algunos conciertos en Australia que recuperaban los 3 primeros discos de estudio de la formación (inaudito).
Se van aplacando los rumores que existieron de que hubo un 2º disco que no vio la luz cuando salió “4:13 Dream”, lo que hubiera provocado que el último trabajo de The Cure fuera un cd doble. Mucho tiempo se estuvo diciendo que ese disco vería la luz poco después del “4:13 Dream”, pero ya han pasado más de 2 años y de momento ni flores. En mitad de todo este trasiego de acontecimientos, The Cure se da homenajes tocando en festivales y triunfando allí donde va, con sus directos de más de 2 horas de duración (hasta 3 horas normalmente). Y este “Bestival Live 2011” que hoy nos ocupa, el cual viene a recoger la toma de la actuación del grupo en un festival de la Isla de Wight, para nada se ha editado para hacer caja (tengamos en cuenta que los beneficios del álbum se destinarán a causas humanitarias, según reza el envoltorio), lo cual sería ilógico en estos tiempos que atraviesa la industria, pero la verdad es que tras el empacho de 2 discos en directo en 1993 (“Paris” y “Show”), ya tocaba volver a escuchar la potencia de The Cure en escena.
Además, hay lugar en el setlist para cosas interesantes de escuchar en un concierto de la formación. Son 32 temas y básicamente, más que hablar a fondo de las canciones en sí (asunto que sería susceptible de tratar cuando llegara la hora de analizar el disco de estudio en que se incluye), sintetizaré su interpretación y la calidad, acierto o desacierto que haya supuesto esta nueva toma en concierto. Son 32 temas divididos en 2 grupos de 16 en 2 cds. Intentaré no enrollarme en demasía.
Resulta más inconexo el primer cd que el 2º. Aquí primero el grupo se nota que está buscando su sitio en el escenario en los primeros compases y hay una peor definición de las partes, cosa que en la 2ª mitad del show está más racionalizado todo. Se plantean 2 inicios de disco en los 2 primeros pasos, muy distintos, primero con la emotiva “Plainsong”, apertura tradicional de los conciertos en muchas ocasiones, donde la presencia de O’Donnell en la formación se nota mucho, y luego con la rockera y canalla “Open” de “Wish”. La falta de empaque de las guitarras, por el abandono de Porl se empieza a notar algo en “Fascination street” (bueno, ya se nota mucho en “Open”, donde el bajo de Simon Gallup se come a la guitarra de Smith en muchos ratos) y se confirmará más tarde en una “Push” que seguro que a Robert se le hace algo cuesta arriba como única guitarra. Grandes joyas sentimentales como “A night like this” (aunque quizás ésta cantada con algo de desgana por parte de Robert), “Lovesong” o “Just like heaven” se sitúan después de “Fascination street” con la única nota discordante de la intromisión de “The end of the world”, que le suma toque pop alegre a esta sección tan sentida de los primeros compases de show. “The only one” se empeña en seguir por esos derroteros, en la cual a Robert se le va algo la pinza al final de la misma, pero al instante “The walk” nos sumergirá en los sonidos techno pop que The Cure, acusados de copiar a New Order, profesaron en 1983; a favor de “The walk” tengo que decir que los acordes de guitarra suenan muy bien en las mezclas y eso es un punto muy a su favor. En general es de los mejores momentos del disco, en consecuencia de la actuación de aquel día de los Cure. “Friday I’m in love” y el gran single de “The Head On The Door” “In between days”, ponen la parte amable de preludio a un sector más siniestro, centrado en la 1ª mitad de los 80 de The Cure, plagado de clásicos. Llegarán encadenados “Play for today” y una no muy memorable versión de “A forest”, culminando este primer cd con una intensa, aunque algo más lenta en su ritmo, “Primary”, en la que ya se nota que el grupo poco a poco iba cogiendo fuelle y una, como siempre, corrosiva y agria “Shake dog shake”, que en esta ocasión no sería el único capítulo del injustamente masacrado “The Top” en el ítem en directo que estamos revisando.Muy bien definido está el cd 2, con un comienzo de parte guitarrera, densa y sesuda. Los primeros compases, tras unos necesarios afinamientos, se la gana “The hungry ghost”, un tema del último trabajo de los Cure, apetecible de escuchar en directo por la novedad que supone. El trallazo de “One hundred years” de “Pornography” toma el testigo para ofrecer uno de los momentos más intensos del concierto (aunque se echa de menos alguna guitarra de acompañamiento más), para acto seguido llegar la algo cansina “End” de “Wish”; nunca he sido mucho de este tema rockero, quizás algo repetitivo. Mejor es llegar a “Disintegration”, que con esa historia realmente intensa y arrolladora, sella el final del set list, para en teoría abordar ya bises, lo que queda del 2º cd. En la canción “Disintegration” se echa un poco en falta una mezcla más a favor de los teclados marcados, que no los atmosféricos de Roger, pero el resultado no es del todo malo. El primer bis es pop por excelencia, ya que lo primero de todo es afrontar el pop siniestro de “Lullaby” para continuar en el mismo disco que lo habíamos dejado. Resulta sobre todo curioso escuchar “The lovecats” y “The caterpillar” en directo, temas que no había escuchado aún en este formato, destacando sobre todo la ajustada interpretación del último de los citados, aquel single tan colorido del apaleado disco “The Top”. “Close to me”, la también sorpresa “Let’s go to bed”, con la que se completan todos las caras “a” de los singles que componen “Japanese Whispers” y en la que Robert varía la letra diciendo “espera hasta 7” en lugar de hasta 6 y se relaja bastante en ciertos momentos, y los 2 temas pachangueros de “Kiss Me, Kiss Me, Kiss Me”, es decir, primero “Hot hot hot!!!” y luego “Why can’t I be you?”, rubrican este “encore” tan animado y movidito”. En el 2º bis, y tal como hizo ya el grupo en la gira que les trajo a Madrid por última vez en la primavera de 2008, la banda se centra en los discos más antiguos. Aquí hay lugar para el pop luminoso de “Boys don’t cry”, la inclusión inestimable de “Jumping someone else’s train” y un par de temas de “Three Imaginary Boys”, con “10.15 Saturday night” y aquel single frustrado que era “Grinding halt”; en el concierto que vivimos en marzo de 2008, hubo sitio también para cosas como “Fire in Cairo”, pero aquí no había hueco para tanto. Se cierra con la abrasiva, da igual que pasen los años, “Killing an arab”, renombrada en “Killing another”, para sellar el concierto por todo lo alto y en completo estado de éxtasis.
El disco está por lo general bastante bien. A ratos es cierto que la grabación o las mezclas no son quizás demasiado acertadas, ya que estimo que los teclados de O’Donnell carecen de fuerza o presencia en las pistas resultantes finales. Por otro lado, y derivado de la no presencia de Thompson o un Perry Bamonte, en definitiva un 2º guitarrista que escude a Smith, hay momentos en los que parece que falta potencia a algunos temas; no obstante, bastante hace solito el pobre Robert Smith.
Con todo, el resultado es satisfactorio. La portada, con esa imagen lejana del escenario, dista del glamour necesario para concederle al envoltorio una mayor calidad y es más propia de un cd en directo no oficial o pirata; no obviemos que en la página oficial del grupo (no sé si no está actualizada) no aparece como ítem o último trabajo discográfico del grupo, aunque sí que lo advirtió el Facebook oficial de la formación y en el apartado de noticias de la web del grupo. También la discográfica que lo lleva, no es ni Fiction ni Geffen (última con la que trabajó el grupo tras partir peras con su casa de toda la vida), por lo que el halo de “Bestival Live 2011” es algo peculiar.
Consideraciones ajenas a la música al margen, “Bestival Live 2011” tiene su mayor atractivo en un set list variado, completo y que ofrece un análisis global de la discografía de The Cure muy correcto, en el que no se deja de lado prácticamente ni un disco (aunque sí se nota un vacío de más de una década, al no haber ni rastro de “Wild Mood Swings” o “Bloodflowers” o de los singles de “Galore” o “Greatest Hits”).
Mientras que esperamos una nueva entrega de The Cure y visitas del grupo a Madrid, al margen de su asistencia a festivales asquerosos (un servidor de ustedes odia los festivales por eso de tener que pagar un pastón para ver a mil grupos que no te interesan y tener que desplazarte, no a ciudades de otras zonas, que ese no es el problema, sino el tener que ir al culo del mundo de dichas ciudades o provincias), “Bestival Live 2011” satisfará a casi todos los seguidores de The Cure.
Yo me considero un fanático de la banda y es mi grupo preferido de siempre, y a mi me ha gustado y agradado volver a reencontrarme con el grupo y durante las más de 2 horas de su contenido volver a enfrentarme a tantas y tantas etapas que The Cure tienen en su historia. Aunque, salvo en ciertos momentos, la actuación no es que sea memorable, tampoco es horrible y también hay que tener en cuenta que nuestro amigo Robert ya tiene una edad y bastante hace echándole un par de cojones haciendo conciertos de tanta duración. Bravo por The Cure. Pocas veces me oirán hablar mal de ellos. Por cierto, la foto que encabeza el post corresponde a una imagen que saqué cuando el grupo tocó en 2008 por última vez en Madrid.
En nuestro programa de radio, este miércoles a las 21.00h en &radio y a las 23.00h en RUAH, el programa estará dedicado a Springsteen y su “Born In The U.S.A.”. El audio del programa sobre Michael Jackson y “Thriller”, ya está subido a nuestro perfil de Ivoox.