
Director: Martin Scorsese
Aunque pienso que los globos de oro son una mierda (¿recuerdan cuando le dieron el premio a una niña de ocho o diez años en lugar de a Emmanuelle Riva por su tremebunda interpretación en "Amour"?), me hubiera gustado enterarme a la mañana siguiente del triunfo de "Una mujer fantástica" en su respectiva categoría. En otro tema, y esto lo digo porque si no lo digo acá no lo digo en ningún otro lado (no es que tenga muchos amigos con los que discutir temas de actualidad), ¿se fijaron que multitud de gente en Twitter (dónde más...), y no precisamente machistas de tomo y lomo, comenzaron a cuestionar a un buen puñado de actrices que asistieron vistiendo de negro en apoyo a las campañas pro-igualdad de género? Realmente me sorprende. Me recuerda al boicot contra Meryl Streep efectuado por un desconocido que luego fue identificado como un fanático ultraderechista enojado con la prestigiosa actriz por hablar mal de su presidente Trump; el caso es que, mientras no se conocía la identidad del perpetrador (cuando se supo, su boicot perdió definitivamente toda credibilidad, por muy poca que fuera en primer lugar), mucha gente afirmó, y con razón, que Streep no era la que debía ser juzgada ni mucho menos la culpable del machismo en Hollywood. Claro, puede que a mucha gente moleste que Elisabeth Moss (entre otras con "trapos sucios"), gran actriz que en el último par de años ha cosechado numerosos y merecidos reconocimientos, sea de la iglesia de la cienciología; podrá parecer contradictorio que vista de negro en protesta por los casos de abuso sexual mientras la iglesia a la que pertenece es conocida por silenciar casos de índole similar, pero volvamos a lo esencial: ¿es Elisabeth Moss culpable de algo?, ¿se logra algo cuestionando su adherencia a la protesta, desviando la atención de los abusadores y depredadores sexuales?, ¿su carrera, sólida, caracterizada por tomar roles femeninos complejos que desmontan modelos sexistas largamente replicados y por sumarse a producciones que buscan promover el talento femenino puesto debajo de la alfombra por infames peces gordos, se viene a la basura por sus creencias religiosas? Por lo demás, nadie es perfecto, todos tienen contradicciones y, por favor, que lance la primera piedra quien esté libre de pecado (obviamente los arrogantes de Twitter que apuntan con el dedo a tontas y a locas deben creer que son el epítome de la pureza). Es necesario manifestar desacuerdos con otra persona (sobre todo si hay supuestas contradicciones, más o menos notorias), pero llegar al extremo de desacreditarla por completo, casi como si fuera un criminal, en especial cuando hay verdaderos criminales a la espera de ser expuestos y/o juzgados, es increíblemente estúpido. Estos twitteros histéricos (en su mayoría histéricas, vaya) parecen tristes y patéticos anti-feministas que gritan "¡ah, veo que te gusta esa película que según yo es una apología de... de la cosificación sexual de la mujer -como si me importara-!, ¿¡dónde quedó tu feminismo, puta feminazi!?". A esa gente le dedico In Accordance to Natural Law, canción de Bikini Kill que se burla, justamente, de quienes cuestionaban el feminismo de la banda por cualquier estúpida pequeñez. A ustedes los invito a escuchar, una y otra vez, esa canción tan dulcemente irónica. Cómo adoro Bikini Kill. Como sea, el otro día me permití ver "The Departed" de nuevo. La he visto varias veces; no sé cuántas; la primera poco después que se estrenó, cuando todavía existía Blockbuster (de ahí la arrendamos), y después varias veces en la tele, aunque aquellos visionados eran más bien anecdóticos. De repente me surgieron deseos de ver otra vez la película que le dio, por fin, el Oscar como mejor director a Martin Scorsese, por lo que pensé que no era mala idea concederle un nuevo visionado, pero esta vez uno, digamos, atento y comprometido.












Distintas impresiones para distintos visionados. Supongo que la primera vez, cuando tenía doce, "The Departed" me pareció una entretenidísima y brutal genialidad. Esta ocasión, en cambio, "The Departed" me ha parecido, y esto lo digo con un poco de dolor, liviana y anecdótica. No me malentiendan: Scorsese dirige con impresionante fuerza bruta y despliega su estilizada violencia con exquisitez, conformando una narración incorrecta, impúdica, soez, grosera, contundente, fluida, consistente, y así somos testigos de una amplia galería de personajes y personalidades envueltos en una corrosiva trama de mentiras, traiciones y máscaras, cuya narración y montaje hilvanan memorable escena tras memorable escena apenas sin despeinarse ni perder el aliento o la compostura. Viejo, sus dos horas y media se pasan volando. No obstante, en esta ocasión me di cuenta que el verdadero protagonista, el puto amo de la función y el alma de la fiesta, es Jack Nicholson (monstruosa interpretación la suya, por lo demás), el verdadero puppet master, el que maneja los hilos de su parte de Boston y del relato de forma cruenta e implacable, y en cuyas manos caen los destinos de Matt Damon y Leonardo DiCaprio, el primero como un criminal infiltrado en el cuerpo de policía de Boston y el segundo como un policía encubierto infiltrado en la banda de Nicholson. El problema lo identifico al final, porque queda claro que sin Nicholson la película pierde poder, magnetismo, orden, estructura, encanto, personalidad, intención; remueve el centro gravitatorio y todo el cuerpo se desmorona, se deshilacha, se disuelve. Esa media hora final se siente precipitada, muy precipitada, y peor, impulsada por una imperiosa necesidad de (sobre)explicar en poco tiempo los numerosos giros que emergen uno tras otro más que de construir un desenlace coherente. Pero el problema real es que DiCaprio y Damon, supuestos protagonistas, naufragan, pierden dirección, dan tumbos aquí y allá de manera poco plausible. ¿Entregarle un sobre con información policial confidencial a la amante? Por favor... (A propósito: en efecto, desgraciadamente si sacamos a Vera Farmiga del montaje, su ausencia no supone mayor diferencia en el producto final). ¿Como es que la gente le sigue creyendo al personaje de Damon?, ¿y por qué Vera Farmiga no dice nada luego de oír la incriminatoria grabación de Damon?
No quiero extenderme demasiado. Sólo diré que "The Departed" me parece una buena película, con incontables escenas que son maravillas en sí mismas y que demuestran el inagotable talento de Scorsese como director, pero que ahora no me parece la gran película que recordaba ni tampoco una pieza fundamental de su filmografía. Es esa media hora final, inverosímil media hora final, esa media hora final que me quita el sustento de las dos primeras horas. Así lo siento. ¿Qué es de esta película sin Jack Nicholson? ¿Y sin Ray Winstone? Con Jack Nicholson, "The Departed" es un bestial filme de mafiosos y criminales incluso aunque el hombre no esté en pantalla (porque su sola existencia otorga personalidad y dirección al conjunto); sin él, estamos ante un débil melodrama de policías y ladrones al que le pesa un descuidado tratamiento moral que, a falta de rasgos redentores que lo disfracen, se muestra en su "totalidad". Pero bueno, ya dije que no me extendería... Sólo espero que me entiendan aunque sea un poquito...
Quizás en un futuro visionado tenga una impresión más favorable de esta película (de su tramo final). Esto me plantea la siguiente pregunta: ¿debería hacer entradas de nuevos visionados aunque las películas ya estén comentadas? Digo, si en cinco años veo "The Departed" otra vez, ¿escribo brevemente mis nuevas impresiones arriba, en la entrada de la película que sea, o las escribo con más cuidado en una entrada propiamente tal, dedicada expresamente a tal efecto? ¿Sería tonto tener dos "The Departed - 2006"? Yo no sé qué pensar al respecto. Sus opiniones me serían de ayuda. Hasta mañana y ¡púdranse, globos de oro y twitteros de mierda!
...se puede ser un grandioso y magnífico artista pero también un ser humano repugnante......viva la filmografía de Polanski, pero ojalá lo atrape la Justicia alguna vez......¿qué me dicen?...
