[5/10] Pocas realidades tan actuales y controvertidas como las presentadas por Zal Batmanglij en “The East”. Espías infiltrados, jóvenes indignados, ecologismo activo y una corrupción globalizada son los protagonistas de una película manifiestamente denunciatoria y mínimamente sutil. Desde las grandes corporaciones farmacéuticas hasta las industrias contaminantes con residuos tóxicos, desde el consumismo materialista más insultante hasta una clase política o los medios de comunicación manchados en su complicidad… todos esos focos de poder están en la diana del director y del grupo anarquista “The East”. Son jóvenes que han sufrido en sus carnes el fracaso de un sistema político-económico y que están decididos a responder con contundencia a quienes les espían, les hacen daño o les explotan. Son una célula eco-terrorista que se ha propuesto asestar tres golpes que no olvidarán esos poderosos sin escrúpulos, y que entiende que la respuesta adecuada es hacerles probar su mismo veneno.
Tras un pasado en el FBI, Sarah Moss trabaja como agente de una prestigiosa e implacable agencia de investigación privada. Se le ha encargado la misión de infiltrarse en la organización terrorista y obtener información sobre la identidad de sus miembros y sobre los planes que traman. A su lado, descubrirá una realidad para ella desconocida… que la desconcierta y obliga a tomar postura, con tristes historias humanas que dejan en evidencia la pobreza moral de esos dirigentes y con unos jóvenes que respiran tanto dolor como ansia de venganza. Además, Sarah se sentirá atraída hacia el líder del grupo, con lo que los motivos personales y afectivos parecen nublarle más la conciencia. Se encuentra, de esta manera, entre dos fuegos que cruzan violencia y arrogancia, y necesita fuerza -así lo pide rezando, en dos ocasiones- para superar esos sentimientos negativos y a la vez no ser débil ni huir de su responsabilidad.
En su intento por señalar a los culpables de crímenes silenciados, “The East” avanza de manera reiterativa y machacona, con ataques directos y nada maquillados hacia esas corporaciones que obviaron las consecuencias de sus actos. Demasiada ambición y desmedida pretensión para este intento de ajustar cuentas. Cada uno de los golpes que prepara Benji y su grupo tienen su historia personal y su herida sangrante, y cada uno habla del convencimiento de que esa revolución responde a principios irrenunciables y debe hacerse sin miramientos. El guión no escapa al tópico y a lo previsible, y parece que necesita contarnos lo mismo tres veces… para extender la ola denunciatoria a todos los sectores de la sociedad capitalista. La historia de amor trata de aportar humanidad y sentimiento a la trama, y el buen trabajo de Brit Marling -aunque cuesta creer la pericia e intrepidez de su personaje- y Alexander Skarsgård lo consiguen en algunos momentos, mientras que el resto -incluido el papel de Ellen Page- no pasan de ser meros ejecutores de una fría venganza.
El thriller de Batmanglij discurre de manera anodina y repetitiva, hasta un desenlace que aporta algo de color a la tesis, pero que llega de manera precipitada y un poco impostada. Todo en la cinta es deudor del espíritu guerrillero de un director que echa mano de imágenes documentales y de un discurso doctrinario incendiario… para tratar de entender lo que mueve a esos movimientos antisistema y decirnos que el ojo por ojo no es la mejor solución, y también que hay que no ser arrogantes ni débiles. La película entretiene, pero nada más…
Calificación: 5/10
En las imágenes: Fotogramas de “The East” – Copyright © 2013 Scott Free Productions. Imagen por Myles Aronowitz. Todos los derechos reservados.
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Publicado el 14 julio, 2013 | Categoría: 5/10, Año 2013, Críticas, Gran Bretaña, Hollywood, Thriller
Etiquetas: Alexander Skarsgård, Brit Marling, corrupción, Ellen Page, terrorismo, The East, violencia, Zal Batmanglij