Informo de que estoy en el 62 festival de cine de San Sebastián, así que os voy a dar la turra con cine a todas horas. Recordad que si no respondo a vuestros comentarios es porque probablemente estoy viendo alguna peli de autor que aborda algún tipo de problema social en la Ucrania profunda.
Afortunadamente, con el fin -supongo- de atraer más atención mediática y del público, el festival también proyecta pelis un poco más comerciales, por lo que esta mañana he podido ver El protector (The Equalizer, Antoine Fuqua, 2014).
Robert 'Bob' McCall (Denzel Washington) es un tipo disciplinado, muy majo y súper súper zen, que se hace amigo de una adorabilísima prostituta apodada Teri pero llamada en realidad Alina (Chloë Grace Moretz). Teri/Alina es una de esas chicas rusas que contratas por internet para una noche loca, y su chulo, obviamente, es un mafioso de los que hacen época. El caso es que la muchacha sufre las consecuencias de que su jefe sea un capullo incivilizado y Robert se cabrea. A partir de aquí os podéis imaginar; tiros, puñetazos, cabezas atravesadas por sacacorchos y esas cosas que pasan en las pelis de acción.
La peli mola. Es un poco larga, pero mola; lo que pasa es que es tan típica que acaba chirriando: Bob es el mejor del mundo desde todos los puntos de vista existentes, los malos son tan malos que si se muerden la lengua se envenenan, las prostitutas (Moretz y Haley Bennett. Una maravilla de interpretación, las dos) son lo más dulce que hay en este mundo, los amigos del prota son híper majos e inocentes. Uf. Pero bueno, los actores son estupendos, en especial el que hace de malo (hay seiscientosmil malos, pero el más importante es Teddy, interpretado por Marton Csokas. No digo a qué se dedica para no spoilear nada), que da un zurre importante. Las escenas son elegantes, tanto a nivel de rodaje como de contenido; se alternan escenas tranquilas y alegres con otras tensas y violentas a más no poder, consiguiendo un contraste interesante. Y de vez en cuando hasta te ríes un poco, pero sin que se llegue a perder de vista la seriedad del argumento. Aparte de esto, destacar como algo negativo algunas historias metidas un poco con calzador, ciertos agujeros argumentales (¿cómo puñetas se han conocido Bob y Teri?) y el exceso de Denzel-Washington-camina-a-cámara-lenta-con-explosiones-de-fondo-mientras-suenan-guitarras-eléctricas, que se les ha ido un poco de las manos.
En resumen, se hace un pelín larga pero es entretenida y merece la pena verla aunque sólo sea por las interpretaciones. Tiene cosas mejorables, pero, así en general, la recomiendo. Aunque más vale que te guste el cine de acción salvaje o vas a sufrir, claro.
p.d. Os diría algo de la rueda de prensa, pero no he sacado ninguna conclusión. Aunque Denzel Washington me ha parecido un tío majo, eso sí.