Ayer me llamó la atención una noticia no por su contenido en sí, sino por la evidencia mostrada de la ambigüedad social. "Bill Clinton, es el presidente de los Estados Unidos más admirado de los últimos 25 años", es curioso que uno de los hechos más conocidos de su vida fuese una aventura amorosa (o que le practicaron una felación, o lo que sea...), enturbiando y perjudicando su vida política (por alguna razón este tipo de historias siempre me recuerdan la obra de Albert Camus "El extranjero").
Es un tanto peculiar que un presidente cualquiera (o cualquier persona en general), sea un profesional excelente y sin embargo su carrera se vea dañada por hechos ajenos a la misma. No entiendo ese celo de la sociedad de juzgar más la imagen, que los actos de una persona..., así nos va.
Pero en fin, voy a la entrada que si no, me pierdo en los cerros de Úbeda. Al igual que ocurre con Bill en los Estados Unidos, en España, Rajoy es el presidente más admirado pero no de 25 años para acá, sino de los últimos 25 siglos.
Como estoy de vacaciones, al ver la noticia no pude evitar la tentación de "retocarla" un poco. Y es que como diría Oscar Wilde: "La única forma de vencer una tentación es dejarse arrastrar por ella", y claro, eso hice y a continuación muestro el resultado.
Mariano Rajoy imitando a Miley Cyrus para parecer más chulo.
Rubén Jiménez Triguero