La particularidad en su sonido es su fortaleza: la diversidad de influencias ha sido el camino más que una limitante.
Su aparición en la escena musical rompió con esquemas preestablecidos. La mezcla y reinterpretación del hip hop se convirtieron en el gran aporte que The Guadaloops hacen a la vanguardia de sonidos mexicanos.
Un neo-funk bien cimentado, con bases electrónicas, rastrojos de folclor mexicano y un bajo de resabios orgánicos que profundiza en el soul, se equilibran de una manera envidiable en un proyecto único en el país.
Su particularidad sonora es sin duda la fortaleza de The Guadaloops, agrupación que, a siete años de emerger, goza ya de una posición favorable que poco serviría si no contara con el talento necesario para encauzar su propuesta.
The Guadaloops comenzó en 2012 en Monterrey como un proyecto entre Ferdinand González y Fermín Sánchez. Foto: cortesía.«La banda empezó en 2012. Empezamos tocando en fiestas como un pasatiempo, un experimento, subimos unas rolas en Soundcloud y ahí los compas empezaron a preguntar sobre nuestras tocadas» cuenta Ferdinand González, bajista y productor de la banda en entrevista telefónica.
Desde entonces, The Guadaloops ha procurado una discografía diversa en matices e historias que incluye dos verdaderas joyas: Almanueva de 2016 y La Viuda, un EP que lanzaron en 2018 y que cuenta una historia a lo largo de sus seis tracks, «un disco conceptual; un poco más oscuro y psicodélico que cuenta la historia de dos personajes: Narciso y Cornelia».
A esto se suman sencillos y colaboraciones, como el tema «Caoscrito» que produjeron en junio de este año, un homenaje al escritor Mario Santiago Papasquiaro que realizaron por invitación de Juan Villoro.
Si entendemos lo original como ese regreso al origen, a lo elemental, entenderíamos que el trabajo creativo de The Guadaloops consiste en la perfecta combinación de esos elementos pre-existentes en la fonoteca personal de cada uno de sus integrantes: Fermín Sánchez (voz y guitarra) y Ferdinand González (bajo y beats), los iniciadores del proyecto en Monterrey, provienen de mundos musicales distintos. Fermín más cercano a la música latina y el rock, mientras que Ferdinand siempre decantó su gusto por la electrónica.
A este combo se agregan el MC Franco Genel (aka Tino El Pingüino) con quien terminarían de establecer los trazos raperos de The Guadaloops; y Bernardo Pérez (teclado y sintetizadores) y Sami Mendoza (batería), que dan un sustento y redondean la producción del grupo.
Ferdinand González, bajista y productor de la banda. Foto: Facebook.Ferdinand lo explica como algo natural. La diversidad de influencias fue el camino más que una limitante, aunque hace énfasis en la palabra reto. «Creo que este es el resultado de escuchar cosas distintas, pero a la vez no estar peleados con nada», resume.
The Guadaloops re lanzó La Viuda con una sesión en vivo que grabaron en en Estudios Noviembre dando un giro a sus temas de manera magistral. Por otra parte, su participación en el Festival Coordenada de Guadalajara en octubre tendrá un set con temas nuevos, en un concierto que su bajista cataloga como inesperado. «No hay un show igual», advierte.
Que sus loops nos agarren confesados.
Texto: @DiegoKoprivitza.
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