On the waterfront / L. Bernstein
Por Roy Bean
The Hitch-Hiker - (1953) - El autoestopista
Ida Lupino

Ida Lupino

Reparto (Imdb)
Edmond O'Brien... Roy Collins
Frank Lovejoy... Gilbert Bowen
William Talman... Emmett Myers
José Torvay... Captain Alvarado (as Jose Torvay)
Primera reseña que escribo sobre una directora de el Hollywood clásico ( me consta que hay alguna más) Ida Lupino, que además de actriz , tuvo una producción alternativa de siete u ocho películas, algunas sin acreditar. Sin duda la que ha llegado a convertirse en la más famosa, o incluso en una película de culto de serie B ha sido esta The Hicht Hiker ó El Autoestopista, una producción de 1953. En principio, para disfrutar del film no hay que hacerse demasiadas preguntas y aceptar eso que le gusta tanto a mi amigo Sergio llamado Verosímil Fílmico; es decir no interrogarse a propósito por que tal o cual suceso ha ocurrido así, o por que escoge, por ejemplo a esa pareja de protagonistas Roy Collins (Edmon Obrien) y Gilbert Bowen (Frank Lovejoy) que deciden irse a pasar unos días de pesca antes de encontrarse en la carretera a su pesadilla Emmett Myers (William Talman) un peligroso asesino que amenazándolos con un a pistola les obliga a desviarse de su camino para llevarlos a una población Mexicana donde tiene proyectado huir en un ferry. Este tipo de argumento, quizás no demasiado popular en su momento, tiene su apogeo en los setenta, ochenta y actualmente, con esas películas de jóvenes que en su viaje de vacaciones o de un fin de semana, en principio tranquilo, se encuentran con un psicópata asesino o un ser monstruoso. El caso es que el Autoestopista no se trata exactamente de una película de terror. Las primeras escenas de la película consisten en unos crímenes cometidos fuera de campo, expresados a partir de las piernas de un hombre que va caminando por una carretera, sube a un vehículo y lo abandona después de los asesinatos, de los cuales se hace eco la prensa y comienza a ser buscado en varios estados. El primer caso tiene el añadido de unos gritos de una mujer en off. En el segundo, el crimen queda sugerido por la imagen de un coche que se aleja por la carretera después de que el asesino ha subido a él El tercer vehículo que aparece es en el que van nuestros dos protagonistas Roy y Gilbert, lo vemos subir a su coche, sin que nunca se nos muestre su rostro. Desconocemos bastante sobre Gilbert y Roy, que son descritos con breves pinceladas, propio de la serie B y en su condición de hombres corrientes (Uno es mecánico y el otro delineante). Decía que no había que hacerse muchas preguntas porque lo lógico sería que esa pareja de “hombres corrientes” sería su nuevo objetivo criminal, y porqué elige precisamente a estos para realizar su viaje?…. El primer signo de que sus planes se han torcido, no es tanto la pistola con la que Emmett (El autoestopista) los amenaza desde el asiento posterior del vehículo, cuando por fin podemos verle el rostro, con una alucinada expresión, que no deja demasiadas dudas que se trata de un tipo verdaderamente peligroso. Esa expresión es una de las principales bazas que la película juega a su favor ( y en especial en los ojos de Emmet, que posee la facultad de dormir manteniendo un ojo abierto). En el momento que el autoestopista deja de ser sólo unas piernas caminando y le vemos su rostro, el viaje se convertirá en una pesadilla para los dos amigos, quienes se verán obligados a cargar con él y afrontar la amenaza que pende sobre sus vidas. A través de un largo camino por carreteras solitarias y de un paisaje abrupto, que se convierte en el mejor aliado que tuvo Lupino para su película. La trama es previsible, pero esos paisajes le añaden una gran fuerza visual, con sus elevaciones rocosas y espacios desérticos, la idea de soledad plasmada visualmente, y cuanto más abierto aparecen más cerrado resulta a posibles intervenciones exteriores. En el relato se va colocando algún incidente, sin demasiado protagonismo, para evitar la monotonía y es en otro tipo de escenas donde la tensión se hace mucho más eficaz, como en la acampada junto a la fogata y el plano de Emmet Myers durmiendo con el ojo semiabierto. El hecho de que los tres sean estadounidenses en su paso por México introduce el matiz de la incomunicación, aunque Gilbert farfulle algunas palabras en Español. Pesadillas como las que cuenta este pequeño gran film apuntan , en definitiva, a que lo monstruoso siempre ha anidado entre nosotros.Si les apetece descubrir el final les animo a que le echen un vistazo…J

















