Aquellos que se hacen fuertes en la ausencia de libertad de los demás suelen coincidir por falta de inteligencia o puede que por terror al cambio en la enorme torpeza de sellar la boca a toda costa de los que disienten. A estos siniestros tipos llamados genios del mal en el ámbito del cómic y líderes supremos en el mundo real, que a veces supera la ficción, suelen con estas reacciones totalitarias de aplastar moscas con tanques lograr justo el efecto contrario. Y a pesar de conocer los precedentes adversos, caen inevitablemente una y otra vez en la publicidad gratuita. Eso mismo es lo que ha ocurrido con el sabotaje que ha sufrido esta película, a la que ha tenido que avalar el mismísimo Obama para evitar el miedo que Sony tenía a dar el paso definitivo para estrenarla; hecho al que incluso había llegado a renunciar tras la poca gracia que al régimen de Corea del Norte le había hecho la visión sobre su Jefe de Estado y las amenazas “anónimas” a las que se había enfrentado la cinta del irreverente actor de comedia Seth Rogen en lo que es su segundo proyecto como director tras la alocada Juerga hasta el fin.
El caso es que sin la inesperada publicidad que ha logrado que sea masivamente visionada, la andadura de este proyecto habría sido otro. La película parte de una muy buena idea pero el trazo más que grueso, obeso, escatológico y superficial muestra la crítica política que uno intuye a priori como una tristona realidad tan inofensiva como absurda, aburrida y sumergida hasta el ahogo en la intrascendencia. El tándem realizador recurre al “culo, caca, teta” y al estilo “apocalipsis zombi” en la aventura de un periodista sensacionalista estadounidense (James Franco) que se traslada a Corea del Norte a entrevistar al líder idolatrado hasta lo demencial, para descubrir que no es tan mal chico y tampoco le falta gancho social. Pero la entrevista no es del todo una entrevista (el enviado especial tiene el secreto encargo por parte de los servicios de espionaje americanos de asesinar a su interlocutor), y gracias a un pomelo (ya lo entenderán los que a pesar de las advertencias le echen voluntad a su visionado) se descubre que las seductoras excelencias de las que presume el régimen no son tal y como las venden…
Además de la parodia que hace del periodista estrella de prime time un James Franco que ha pasado de la nominación al Oscar a poner su estrellato en cuarentena con las dos cintas de este director/actor, tenemos precisamente a Rogen como fiel escudero del protagonista, realizador del programa y socio de despiporre gamberro.
Visto lo visto, ¿merecía tanto la pena tanto sabotaje para esta meridiana soplagaitez que de otro modo habría pasado sin pena ni gloria por los cines de todo el mundo? Obviamente, la respuesta a esta pregunta evidencia que, por reñida que esté, la soberbia al final acaba ganando la batalla a cualquier otro medio de expresar la falta de inteligencia.
Dirección: Evan Goldberg y Seth Rogen. País: USA. Duración: 112 min. Género: Comedia. Intérpretes: Seth Rogen (Aaron), James Franco (Dave), Lizzy Caplan (Agente Lacey), Randall Park (presidente Kim), Diana Bang (Sook). Guión: Evan Goldberg, Seth Rogen y Dan Sterling. Producción: Evan Goldberg, Seth Rogen y James Weaver. Música: Henry Jackman. Fotografía: Brandon Trost. Montaje: Zene Baker y Evan Henke. Estreno en España: 6 Febrero 2015.