Revista Música
The night they drove Dixie down
The Last Waltz (1976) El último vals. Martin Scorsese
No sé cuanta gente por aquí, amante de la música, del rock, conoce a un grupo llamado “The Band”. Si lo descubriste hace poco seguro que eres una persona joven o eres un melómano irreductible y si peinas alguna cana, sabrás seguro de lo que te estoy hablando. La música que suena ahora, es probablemente su tema más famoso titulado The night they drove Dixie down. The Band (La banda) hacían música de rock suave y llana. Recuperaron elementos del blues, del folk y del country para el rock en una época que se había hecho más psicodélico y ruidoso. La trayectoria de The Band, discurre entre los años 1960 y 1976. Empezó como acompañamiento de Ronnie Hawkins, al que un reputado crítico de la época decidió bautizarlo como un “Elvis de segunda clase”. Después pasaron a tocar con Bob Dylan, y por último se lanzaron a una carrera en solitario. Tras 16 años “on the road” el grupo, finalmente, se separó. El día de acción de gracias de 1976 celebraron su concierto de despedida en el Winterball Salon de San Francisco, acompañados por 5.000 seguidores que pagaron 25$ en taquilla, llenaron el local para asistir a un evento convertido por un joven Martin Scorsese, responsable de la filmación, en el hilo de un famoso documental titulado “The last waltz”, título elegido para la película. The Band estaba compuesta por Robbie Robertson (Guitarra) Ricky Danko (Bajo) Levon Helm (Batería) , Gart Hudson (Teclados) y Richard Manuel (Piano). Entre los cinco tocaban 15 instrumentos. El grupo es responsable de canciones inmortales como The night they drove old Dixie down o Up on the cripple creek. Su primer disco en solitario: Music from Bing Pink (1968) fue calificado por la mítica revista Rolling Stone como todo un acontecimiento. Su categoría musical queda patente, entre otras cosas por la lista de invitados de su último concieto: Ronnie Hawkins, Bob Dylan, Neil Young, Joni Mitchel, Van Morrison y muchos más. “Queríamos que aquello fuera algo más que un concierto, queríamos que fuese toda una celebración ”decía Robertson, y Martin Scorsese se encargó de complacerle. Scorsese organizó el evento en distintos niveles. Actuaron dos escritores Michael McClure y Lawrence Ferlinghetti, que leyeron poemas propios. También se incluyeron grabaciones en estudio con el grupo de Soul Godspel The Staples (Con el tema The Weight) y la cantante country Emilou Harris (Con el tema Evangeline), todo ello entre pequeñas entrevistas en las que los participantes del grupo participaban contando sus historias y anécdotas del grupo. Entre ellas salieron a relucir historias de los clichés del rock, (más chicas que Sinatra) , pero también se contaron deliciosas historias, como la protagonizada por el teclista Gart Hudson, en la que contaba que había entrado en el grupo con la condición de ser “Profesor de música” y cobraría 10$ semanales, ya que no quería contar a su familia que tocaba en una banda de rock.
La parte principal del metraje de The last waltz está formada en su mayor parte por el concierto de Winterland . Scorsese que nueve años antes había formado parte y colaborado en el montaje de la mítica “Woodstock”, trabajó con siete cámaras, entre ellos David Myers, que también había participado en aquella película. Además recurrió a dos directores de fotografía, los de sus películas inminentemente anteriores , Michael Chapman (Taxi Driver ) y Laszlo Kovacks (New York, New York). En el guión del rodaje formado por más de trescientas páginas, constaban las canciones, las entradas y los movimientos de cámara. No había planos del público, sólo importaba lo que sucedía en el escenario, que en numerosos momentos se mostró en primeros planos., Así,The last Waltz terminó no sólo siendo un concierto, sino la grabación de una película de alta calidad, con cámaras fijas y tomas bien iluminadas. En estas podemos deleitarnos con los juveniles amigos de Robertson , o apreciar las gesticulaciones de Muddy Waters (Manish boy) toda una leyenda del soul. Joni Michel nos provoca un escalofrío cuando canta una maravillosa segunda voz en el Helpless junto a Neil Young, o Van Morrison y su traje rosa en la famosa Caravan. Uno queda admirado de lo bien que puede quedar integrado un tipo como Neil Diamond, toda una estrella de la época a., a priori tan alejado de todo este universo musical mientras que todo lo contrario, un Eric Clapton más bien soso parece no encontrar su sitio . Eso por no hablar del extraño y gigantesco sombrero blanco que lucía Bob Dylan, el único al que se le permitió cantar tres canciones (Forever Young, Baby let me follow you down, y el tema que cerró el concierto I Shall be released). Un placer para los aficionados del cine y una fiesta para los amantes del rock, por cierto recuerden poner el máximo volumen del amplificador cuando se dispongan a verla. El concierto dio lugar a un álbum de tres vinilos, recuerdo que quién me lo descubrió, lo tenía gastado de tanto sobarlo, gracias por enseñarme todas aquellas maravillas Pablo.
Nota: Algunos videos no se pueden subir a la página por un problema de licencia, si queréis ver algún tema os pongo los enlaces a Youtube The night they drove dixie down , The weigth
Trailer original