Spirit Tracks es la continuación directa de Phantom Hourglass, donde al final de la aventura Link se embarcó en la búsqueda de un nuevo Hyrule. Ahí, los piratas llegan a una tierra deshabitada que bautizan como Hyrule. Los habitantes de la nueva Hyrule tienen un pacto con un demonio que gobernaba como rey en esas áreas. Hubo entonces una épica batalla contra este ser, en la que los espíritus resultaron vencedores. Al no poder exterminarlo por completo, su única alternativa fue mantenerlo aprisionado en lugares remotos con cadenas y grilletes. Dichos grilletes hicieron que Hyrule se extendiera a lo largo de cuatro direcciones, que pasaron a convertirse en los «carriles espirituales» («Spirit Tracks»), usados por la población como vías útiles de transporte.
El juego inicia cien años después, con Link, un aprendiz de conductor de ferrocarriles, durante una ceremonia de graduación afuera del castillo de Zelda en la que habría de entregarse a Link] el título de «maquinista real».
Vía: Wikipedia y sus sinopsis perrys
Análisis
Mucho ha llovido desde que jugara a mi primer Zelda (el ocarina of time) y me quedara prendado de la saga; desde entonces y antes incluso Nintendo no ha dejado de sacar juegos del amistoso Link con una historia mejor o peor, pero que en ningún caso pueden tildarse de malos juegos. La historia de Spirit Tracks es, al igual que el resto de juegos de la saga, original dentro de sus límites y aunque no tiene tanta profundidad como los "grandes Zelda", lo cierto es que cumple su cometido: entretener, no haciéndose tediosa, ni excesivamente complicada. Eso sí, el tren no ofrece precisamente una gran libertad a la hora de moverse por el mapa.
El apartado gráfico es uno de los puntos fuertes del juego que al igual que el diseño de personajes, está en la línea del Phantom Hourglass (juego que le precede y al que se alude desde el principio, cuando nos encontramos en casa de Link a un Nico un poco vejete). La novedad de poder manejar algunos enemigos y darle una utilidad real a la princesa Zelda está bastante chulo, y aunque a la larga llega a cansar tanto retorno a la torre de las narices y subir una y otra vez las mismas escaleras en las que hay unas plataformas la mar de bonicas que sólo sirven para bajar al nivel inferior pero no para subir al último piso; las diferentes mazmorras y habitaciones de la torre no se vuelven repetitivas, es más, algunas hay como la de las arenas que son jodidamente originales -nada que envidiar al factum de meter un tren por bajo el agua-; además, el nivel de dificultad me parece apropiado, aumentando a medida que avanzamos en el juego llegando al summum en los dos últimos templos y en los últimos niveles de la torre.
Como contraparte he de decir que el manejo con la pantalla táctil se me hizo en algunas ocasiones un pelín engorroso y eso por no hablar de la flauta terrenal, con la que he llegado a pasarme días tocando la misma melodía hasta que por arte del amor celestial al juego le ha dado la real gana de darme el visto bueno -carallo, voto a Bríos que no había diferencia entre cuando la tocaba mal y cuando la tocaba bien- . Por último me gustaría destacar que el juego tiene una gran multitud de misiones secundarias, que nos reportarán acceso a nuevas vías y que alargan la vida del juego; aunque lamentablemente no tenga más multijugador por Wi-Fi.
En conclusión: Zelda+trenes+DS= gran juego con mucho tacto (jujujuju), que ningún poseedor de la consola que le guste mínimante el género debería dejar pasar la ocasión de echarle el guante.
NOTA: 8/10
P.D.: La imagen for the lulz de Link feliz y Epona llorando la he sacado de Dandel.net
P.D.2: Me he emocionado al ver esto, es más tanto me he emocionado que me estoy planteando seriamente jugarlo de nuevo: