Revista Arte

The Lighthouse: La mente no es un faro

Por Androsmalv
The Lighthouse: La mente no es un faro
La ira es una corta locura                              Horacio

El aislamiento, ya sea impuesto o por propia decisión, tanto en la literatura como en el cine, no sólo se termina alimentado de las obsesiones sino de las necesidades de quienes o quien se ha sometido a dicha situación, igualmente porque el aislamiento siempre está acompañado de ciertos rasgos de locura, y de los recovecos más oscuros de la mente, en cierto modo Robert Eggers, el cada vez más afamado director estadounidense nos presenta no sólo su visión sobre el aislamiento de dos hombres que cuidan un faro,  sino hasta donde las pulsiones y las personalidades en choque, crean otras realidades; además, porque en este caso, desmitifica la frase, que nuestra mente es un faro.

Para Eggers, la relación entre misticismo, folclor y el lado más oscuro de la mente, está presente en su corta filmografía, cabe recordar su ópera prima La Bruja (2015) y en algunos pasajes de The Northman (2022), pero con The Lighthouse sintetiza estas características en los papeles de Williem Dafoe y Robert Pattison, dos fareros que durante cuatro semanas estarán aislados en una remota isla de Nueva Inglaterra; hombres místicos, cercanos al folclor local y de los marineros, que desde el principio, estarán confrontados en un tour de force no sólo de sus personalidades sino de sus creencias y moral.Influenciado por la pintura como de la literatura romántica estadounidense de mediados del siglo 19, el director estadounidense, nos adentra en la psique de dos hombres, o mejor de dos personalidades enfrentadas, que así como las monedas hacen parte de una misma entidad; Eggers junto a su hermano Max, escriben un guión, que en un principio tenían ecos a la literatura de Edgar Allan Poe que se trasnsmuta  en un estudio psicológico sobre la identidad - o la falta de ésta-, el aislamiento, ciertos tintes homoeróticos y la locura, como un acto tan humano como sobrenatural: el faro, casi como un arcano de los dioses, es decir, como el fuego robado, la manzana del pecado o en este caso, la propia lucidez de los protagonistas.The Lighthouse: La mente no es un faro
 
La mente y su retrato La dupla Jarin Blaschke y Eggers, ha logrado traducir no sólo visualmente esos mundos que bordean el terror psicológico sino el misticismo de unas realidades afectadas por la mente de los protagonistas, sin quitarle el mérito de Blaschke tanto técnica como conceptualmente, de llevar lo pictórico  a las imágenes en movimiento, porque este director de fotografía, mano derecha de Eggers, además de encontrar en todos los artilugios técnicos ese ambiente asfixiante logra imprimerle a su fotografía ese tono pictórico que además de reflajar la locura o decandencia psicológica del personaje, también entra en la dualidad que quiere evocar el director.Para la fotografía de este trabajo Blaschke usó una cámara de 35 mm, lentes vintage y una película de alto contraste que más que emular una época, refleja el estado mental de los protagonistas. Cabe resaltar que además de los componentes técnicos ya señalados, lo que logra este director de fotografía se revela en la inspìración pictórica del alemán Sasha Schneyder, del artista belga Jean Delville y Arnold Boklin, muy cercanos al románticismo y el simbolismo de finales del siglo 19.La fotografía de The Lighthouse está complementada por el gran trabajo musical de Mark Korven, quien entre sonidos tenebrosos, cuerdas, y ruidos marinos, nos adentra aún más en esa atmosfera inquietante.The Lighthouse: La mente no es un faro
El aislamiento, el mejor maestro de actuaciónPero todo lo anterior no sería tan eficiente sin las grandes actuaciones de Willem Dafoe y Robert Pattison, quienes llevan el aislamiento a grandes niveles de performance y locura, cada uno, a su manera, reflejan el quiebre psicológico, en el que la soledad, el alcohol y su misma naturaleza, afectan. Pattison más contenido, y por lo consiguiente el lado más oscuro, y Defoe con una expresividad llevada la máximo, son caras de una misma moneda, la de una identidad perdida, propia de diversas mitologías, y otra que Eggers ha ido creando con su filmografía, porque es innegable que el cineasta estadounidense, tiene referencias en sus otras obras, y que las conexiones seguirán presentes de una forma o de otra.Zoom in:  Nominada y ganadora en varios festivales, principalmente por su fotografía, dirección y guión.
Montaje Paralelo:  Aislamiento -marineros - Terror psicológico.


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