Por un motivo u otro la película que hoy traigo a El Terror Tiene Formame había pasado desapercibida hasta hace bien poco, y la verdad siento que sea así pues el film es un buen ejercicio donde, sin excesivas complicaciones, se hornean y mezclan diferentes elementos ya conocidos por todo buen aficionado, para conseguir un resultado final verdaderamente notable. The Loved Ones fue el primer largometraje (hasta el momento único) de Sean Byrne, es una producción Australiana con lo cual llama mi atención pues soy un gran seguidor de las obras que surgen en ese país (en casi cualquier disciplina artística) y por encima de todo, trata de un tema que siempre me ha fascinado: la locura.
Sinopsis: Brent (Xavier Samuel) es un adolescente traumatizado por la muerte de su padre en un accidente automovilístico. Un tiempo después del suceso, los remordimientos y la culpa (Brent conducía el coche) hacen de él un chico algo retraído y bloqueado emocionalmente, situación que Holly (Victoria Thaine), su novia, intenta corregir. A punto de celebrarse el baile de fin de curso, Lola (Robin McLeavy) decide invitar a Brent a dicho evento, invitación que el chico rechaza (amablemente) ya que tiene previsto asistir al mismo acompañado de su actual pareja. Pocas horas antes de la fiesta Brent es secuestrado por el padre de Lola, a partir de ese momento una terrible pesadilla de locura, tortura y muerte pondrá a prueba la fortaleza del chico.
Como podéis ver los elementos argumentales de los cuales parte la película son bastante habituales en el cine de terror actual; la fórmula chico/a con problemas o trastornos traumáticos que, sin comerlo ni beberlo, cae en las manos de una familia disfuncional no puede, a estas alturas, sorprender a nadie, pero cuando esta misma fórmula es quebrada y retorcida en busca de algo más, digamos malsano, la cosa cambia sustancialmente.The Loved Bones juega con diferentes bazas, tiene varios estratos de lectura entre líneas y no duda en sumergirse en aguas profundas a la hora de presentar las múltiples caras de la locura y el comportamiento esquizoide. Es este tratamiento dado al film lo que le confiere un amplio margen de distanciamiento con otras propuestas de similares características; podría decirse que toda la película está bañada con un tono crepuscular, casi melancólico, que cobija en su interior con suma delicadeza, todo un tejido enfermo de sensaciones y comportamientos, que muerde con saña y se retuerce con violencia desvelando secretos anhelos, deseados reconocimientos en una erupción de venganza y caos, que junta, en definitiva, a dos almas desorientadas (víctima y torturador) en una situación límite, donde los contrastes y diferencias se difuminan y dan paso a la desolación más absoluta.Es un film violento pero no gráficamente excesivo, aunque hay escenas que retuercen el estómago; más bien gusta de hincar el diente en el entorno maníaco / obsesivo de Lola, el director intenta plasmar las diferentes aristas que delimitan al personaje, por lo tanto hay situaciones en que el patetismo del comportamiento de Lola resulta hasta enternecedor, por el contrario cuando la violencia y la psicopatía se hace patente la verdadera cara del horror es realmente aterradora, revelando el pozo oscuro donde el alma de la protagonista se ha perdido. En este aspecto la actriz que da vida a Lola (Robin McLeavy), acompañada en todo momento por un brutal John Brumpton en el papel de “Papá”, consiguen en todo momento escenificar a la perfección la distorsionada realidad en la que viven; un mundo de fantasía, deseos reprimidos y mentiras encubiertas que crean un coctel letal, peligroso y enfermizo donde el horror se instala cómodamente.La labor de Byrne como director (también ejerce de guionista) en éste su debut raya a gran altura, desvelando un talento natural para el ritmo y la encadenación de planos, acertando en todo momento las necesidades del argumento y no forzando la máquina innecesariamente en situaciones ya de por sí extremas, por lo tanto el film tiene un ritmo adecuadamente contemplativo (lento, dirán algunos) que, en ciertos momentos, exhala una frialdad que encoge el corazón del espectador metiéndolo de lleno en una atmósfera de pesadilla sin fin, desconsoladora, deprimente y angustiosa. Por poner algún “pero” a su labor, tengo que comentar que algunas partes, y en especial la antesala al final de la película, no están demasiado bien resueltas siendo incluso bastante forzadas, diluyendo algo de la fuerza narrativa y ofreciendo, a mi entender, un final demasiado obvio, fácil y previsible.Una fotografía muy buena a cargo de Simon Chapman, una buena banda sonora y una elección de temas musicales que encajan como un guante en los personajes y su particular idiosincrasia, acaban por revestir el armazón técnico y artístico del film, dotándolo, todavía más, de una perturbadora y perversa esencia vital. Es obvió que The Loved Bones no puede ser recomendada a todos los públicos, su sentido distorsionado, su tono malsano, sus explosiones de violencia y sus agudas aristas son como un pedazo de carne sangrante para un vegetariano: difíciles de digerir. Pero por estos mismos argumentos es una obra que merece ser visionada, ya que en contadas ocasiones una historia tan simple se convierte en una pesadilla tan conseguida.Buenos amigos/as, por hoy ya está bien. Saludos para todos y nos vemos mañana con otro trocito de terror.
Ficha Técnica
Año: 2009 / Director: Sean Byrne / Productor: Michael Boughen, Mark Lazarus / Guión: Sean Byrne / Fotografía: Simon Chapman / Música: Ollie Olsen / Dirección Artística: Robert Webb / Maquillaje: Leah Frazier, Heather Ross, Nicole Schipilliti, Zeljka Stanin, Sheldon Wade / FX: Justin Dix, Olivia Duval, Leigh Marsh, Angelo Sahin, Troy McManus, Annabel Tait, Larry Van Duynhoven / Efectos Visuales: Julian Dimsey, Chris Dwyer, Julia Egerton, Simon Ross, Tom Kenneally, Josh Simmonds, Nick Tripodi / País: Australia / Duración: 84m. / Formato: 35mm / Proporción: 2.35: 1 / Color
Ficha Artística
Xavier Samuel, Victoria Thaine, Robin McLeavy, Jessica McNamee, Richard Wilson, Andrew S. Gilbert, John Brumpton, Suzi Dougherty, Victoria Eagger, Anne Scott-Pendlebury, Leo Taylor, Fred Whitlock, Brandon Burns, Stephen Walden, Igor Savin, Eden Porter, Tom Mahoney, Gulliver McGrath, Stevie-Lou Answerth, Liam Duxbury