Tras el incendio de su casa, una señora mayor es trasladada al hospital, donde sólo consigue expresar su odio por “la caja”. Días después, en el jardín de su casa, se celebra un mercadillo. La pequeña Emily y su padre compran “la caja” y se la llevan a casa. A partir de ese momento, empiezan a ocurrir sucesos muy extraños: multitud de bichos inundan su casa, la niña tiene cada vez peor aspecto, las ratas atacan a uno de sus profesores… El padre, sospechando que la caja
está relacionada con estos hechos, visita a un rabino que le dice que “la caja” contiene un espíritu demoníaco que consumirá a su hija a menos que consigan devolverlo a la caja mediante un exorcismo.