The rise of batman

No sé si lo he llegado a contar por aquí, puede que sí, resulta que cangrejito es un gran fan de Batman.Pero fan, fan. Todo es Batman esto, Batman lo otro, quiero esto de Batman, lo  otro. Tiene sus muñecos, su mochila, pijama, disfraz, etc. Ahora dice que quiere el batmóvil, aunque como hemos quedado que para su cumple espero que se le olvide o quiera otra cosa.
Bueno, pero no es de esto de lo que quiero hablaros. Y es que el otro día vino Batman a nuestra casa. A canrejito se le ocurrió ponerse la máscara de Batman y una manta por encima y presentarse delante de su hermano. Cangrejín se quedó de piedra, no se atrevía a moverse mientras Batman con voz profunda, todo lo profunda que un niño de 12 años puede hacer,le decía:
- Cangrejito, Soy Batman. Tienes que portarte bien en la mesa. ¿vale?
Cangrjin asintió con la cabeza casi sin parpadear.
Después Batman salio corriendo, se metió en la habitación de los peques, y unos instantes después salía cangrejito gritando: ¡He visto a Batman! ha salido por la ventana!.
Aquellos gritos hicieron salir de su estupor al pequeño que empezó a gritar que había visto a Batman, que había estado en el comedor y había hablado con él.
Le seguimos el rollo pensando que sabía que era el hermano, pero poco a poco nos dimos cuenta de que no, de verdad pensaba que era Batman y estaba super  emocionado.
El mensaje de Batman vino por una pequeña trifulca que hubo a la hora de comer y que consiguió que papácangrejo sacará el malo que lleva dentro, enseñé mis malvados superpoderes.
Así que cangrejito por su cuenta decidió montar aquella película, aunque tampoco esperaba que se lo creyera,pero mira por donde. Ahora cuando se revoluciona en la mesa, su hermano le dice ¿Qué te dijo Batman?. Acto seguido cangrejín para de molestarle y sigue comiendo.
Lo ha vuelto a hacer un par de veces más y cangrejito sigue pensando que viene Batman, se emociona un montón. No sé si conseguirá engañarlo mucho más, lo digo porque en algún momento se dará cuenta de que es una manta y no una capa, pero mientras dure, bien está.
Además, de verlo a él ilusionado, nos ilusionamos nosotros también, la emoción es contagiosa. A ver cuando es la próxima visita.