En abril le pedí a un amigo portugués que la próxima vez que estuviera en Lisboa me llevara a un lugar con música en vivo. La semana pasada lo cumplió con creces: me hizo formar parte de los más de 90 mil asistentes que estuvimos en el festival Rock in Rio de Lisboa para ver a los incombustibles Rolling Stones en lo que se ha convertido en una de las noches más fantásticas de mi vida.
El tráfico en Lisboa fue un caos desde la tarde y la mejor manera de llegar al Parque da Bela Vista era en metro, en un recorrido de no más de un par de minutos a pie en una jornada normal pero que ese día se multiplicó hasta por veinte debido a la gran marea de gente que en procesión avanzábamos hacia la Cidade do Rock. En el camino se escuchaban varias conversaciones en castellano, inglés, alemán además del nativo portugués. Fanáticos de toda Europa habían hecho colgar el cartel de “completo” en varios hoteles de la ciudad.
A las 23 horas con 53 minutos la percusión de “Sympathy for the devil” y un pleno de luces rojas sobre el escenario daba comienzo a las próximas dos horas de concierto. Desde el arranque con “Jumping Jack Flash” y “It’s only rock and roll” comprobamos que Mick Jagger seguía siendo el mismo showman de siempre -con una agilidad inagotable-, Keith Richards continuaba rasgando con maléfico encanto sus memorables riffs, el imperturbable Charlie Watts le daba duro y rápido a la batería y Ron Wood, en un segundo plano, le otorgaba ritmo al conjunto de las canciones.
Pero lo mejor vino a sólo quince minutos del inicio. Mick Jagger llama a Bruce Springsteen para que lo acompañe en “Tumbling dice”. No lo podía creer. Me tomó casi hasta la mitad del tema darme cuenta que era verdad, que el propio “Boss” estaba compartiendo el escenario con los Stones. Me quedé con la boca abierta, aunque disfrutando de tamaña conjunción de estrellas y de la suerte que me permitió ser testigo de la noticia musical de la semana. Sencillamente espectacular.
Le siguió la hermosa “Wild horses”, bálsamo que sirvió para recuperarnos de la emoción. Luego vino la sección más baja del concierto en el que se incluyeron un par de temas cantados por Richards, pausa necesaria para que Jagger descanse y para que nosotros evacuemos e ingiriéramos más líquido. La última parte fue a tope, desde el coreado “uh uh uuuuuh” de “Miss you” hasta la fanfarria del blues-rock de “Brown sugar” pasando por “Gimme shelter”, “Start me up” y la pirotecnia de “Sympahty por the devil”.
El cierre llegó con “You can´t always get what you want” acompañado del coro Ricercare de Lisboa y el mítico “Satisfaction” para el apoteósico fin de fiesta. Un espectáculo casi perfecto, con la banda roquera más longeva del planeta y una ciudad que se entregó por completo a sus ilustres invitados. En mi caso, nunca mejor dicha la frase “estar en el lugar indicado en el momento justo”. Que nadie me quite lo bailao.
“Tumbling dice” con la participación especial de Bruce Springsteen en el Rock in Rio (Lisboa) el 29 de mayo del 2014
Este es el video oficial de los Stones tras su paso por el festival