Servidor ya se había olvidado de The Salteens, una banda canadiense que sacó dos estupendos discos a principio de la década pasada y nunca más se supo de ellos. Ahora, tras siete años de descanso, vuelven con otro gran disco de pop con mucha trompeta, mucho violin y en definitiva, mucha orquestación.
Grey Eyes es una bonita colección de canciones con claras influencias del pop que hacían Burt Bacharach o Scott Walker en los sesenta, y del pop británico de los ochenta. A pesar de que su lider ha sufrido unas cuantas desgracias familiares en estos ultimos años, es un álbum bastante alegre y animado, y temas como Last Train From London, Goo On o Everything They Know About Us, son realmente contagiosos.
Es un disco que hará las delicias de los fans de Belle & Sebastian y de los primeros The Divine Comedy.