Revista Cine
Título original: The Signal
Año: 2007
Duración: 105 min.
País: Estados Unidos
Director: David Bruckner, Dan Bush, Jacob Gentry
Guión: David Bruckner, Dan Bush, Jacob Gentry
Música: Ben Lovett, Matthew Compton, Paloma Ludovic
Reparto: Anessa Ramsey, Sahr Ngaujah, AJ Bowen, Justin Welborn, Scott Poythress, Cheri Christan, Matthew Stanton, Suehyla El-Attar, Christopher Thomas, Lindsey Garrett, Chard McKinight
Una inquietante sorpresa, delirante e impredecible.
Una extraña señal es emitida por televisión y teléfono. De repente, quien la haya observado comenzará a comportarse de forma anormal. La señal amplifica los sentimientos de la gente hasta alcanzar la extrema locura. La premisa narra los trances del triángulo amoroso compuesto entre Mia Denton, su pareja Lewis Denton y el amante de ella, Ben Capstone. Todos tratan de encontrarse entre sí, dentro del nuevo entorno en el cual, la supervivencia es una tarea casi imposible.
Violenta pero sin caer en la casquería, The Signal es una de esas películas difíciles de catalogar, donde se pueden disfrutar varios géneros a la vez. Terror indie, cine catastrófico, comedia negra e incluso drama romántico van de la mano sin desentonar. La producción se divide en tres capítulos bien diferenciados. También son tres los directores-guionistas del proyecto y cada uno de ellos se encarga con total independencia de su sección.
La primera parte se titula Transmission I: Crazy in Love y está protagonizada por Anessa Ramsey en el papel de Mia. Aquí vemos una perspectiva post-apocalíptica del mundo, al estilo de The Crazies (2010), donde la gente ha perdido la cabeza y la anarquía generalizada se ha instaurado. El director de la genial V/H/S (2012), David Bruckner firma esta parte y es, con diferencia la más trepidante.
La segunda es Transmission II: Jealousy Monster. Dirigida por Jacob Gentry, nos ofrece una terrorífica comedia negra, donde la paranoia y la locura se instalan en la mente de los personajes. Además de interesante es la más surrealista. Repleta de situaciones hilarantes, esta parte es la que tiene mejores diálogos y donde vemos a un A. J. Bowen, que apareció también en The House of the Devil (2009), interpretar al celoso marido de Mia de forma espectacular.
En la tercera, llamada Transmission III: Escape from Terminus, la responsabilidad del tramo final corre a cargo de Dan Bush. Sin duda, esta parte es la más inconsistente de las tres. Sin llegar a estar mal en concepto, el argumento se muestra algo enrevesado y es también donde el ritmo narrativo más desfallece. El protagonismo ahora lo tiene Justin Welborn que hace el papel de Ben, el amante de Mia, en su afán por huir con su amada, de la demencia colectiva.
Entre otras cosas, la ambientación tan decadente y el punto de vista tan subjetivo, hacen de esta desapercibida película una obra de referencia dentro del género. A pesar del final un tanto forzado, se ve con agrado y entretiene. Una rareza que ningún buen aficionado al terror debería perderse.
Firma: Sergio Bosch.