Cruzamos la puerta y nos encontramos con un local pequeño pero agradable, de luces tenues, mesas y sillas cada una de "su padre y de su madre" y unas encantadoras lámparas hechas de botes de cristal que nos conquistaron a más de uno. Sin duda, la decoración es todo un acierto e invita a pasarse las horas conversando o currando con el ordenador (el wifi gratuito funciona bien).
Algunos detalles del local de The Toast.
La verdad es que nosotros habíamos oído hablar mucho de su brunch pero poco sabíamos del resto de platos de The Toast. A primera vista, la carta no tiene mala pinta: entrantes para compartir, ensaladas, sandwiches y, por supuesto, hamburguesas. Los precios tampoco escandalizan y no superan los 11 euros de alguna de las hamburguesas, por lo que el bolsillo no parece que se resienta demasiado. El brunch también parece estar en la media, 14€ por dos platos, café/té y zumo.En cuanto al servicio aquí tenemos que ser un poquitín críticos y la verdad es que nos pareció algo lento. A pesar de ser lunes, el local tenía bastante gente y un único camarero para atender, así que los tiempos de espera nos parecieron un poco más largos de lo que tenían que ser.
Nosotros éramos cinco hamburgueseros con ganas de hincar el diente al manjar entre panecillos pero decidimos empezar por unos Nachos con guacamole, queso y chili vegetal (10€). No sabemos si a vosotros os pasa igual pero nosotros cada vez que pedimos nachos vamos con miedo... ¿será el guacamole casero o de bote? ¿serán los nachos de bolsa? ¡temblamos! La cuestión es que estos nachos no son los mejores que hemos comido en nuestra vida pero cumplieron bien su función. El chili vegetal (típica salsa de vegetales y tomate poco picantita) estaba bueno, así como el guacamole casero, aunque bien es verdad que echamos de menos un poco más de queso para el precio del plato.
Nachos con guacamole, queso y chili vegetal.
Llegó la hora de la hamburguesa y, siendo cinco, nos dio tiempo de hacer una buena cata de ellas. Nos decantamos por dos BBQ "al punto", una Big Apple "poco hecha", una Black and blue "al punto" y una Tejana "poco hecha". También hay opción para vegetarianos, la burger The Twain está hecha de hamburguesa vegetal con lechuga, tomate y cebolla.Las miramos, las estudiamos, hacemos las millones de fotos de turno y les hincamos el diente. Todos coincidimos, aquí hay una buena carne. No nos dicen cuántos gramos son (intuimos unos 180 gr.) pero sí que es de Ciudad Rodrigo, Salamanca, y nos creemos que estas vaquitas vivieron felices porque el sabor es muy bueno.
En el siguiente bocado notamos un toque picante, una especia que no logramos descifrar hasta que observamos más atentos el mordisco y ¡sorpresa! vemos granos de mostaza como los de la de Dijon. Todos coincidimos en que, además de ser un toque original, la carne está bien sazonada y por sí sola está rica.
De arriba a abajo y de izquierda a derecha: Tejana, Black and Blue, Big Apple y BBQ.
Lo que es una auténtica pena (pero pena, pena de verdad) es que se hayan pasado tres pueblos cocinándola y es que, ya veis en las fotos, el "en su punto" se ha convertido en muy hecha y la "poco hecha" ha pasado a ser "en su punto", cosa que a unos defensores del hamburguesismo como nosotros nos mata. ¡Ay lo que hubiéramos disfrutado de estas hamburguesas en el punto en el que las habíamos pedido! La carne es buena y tan cocinada hace que pierda muchísimo, así que esperamos que este haya sido un error momentáneo y subsanable.Por lo demás, el resto de ingredientes de la hamburguesa nos gustan y complementan bien el sabor de la carne. Ya sabéis que nosotros somos fan de lo picante, así que esta hamburguesera que escribe se decantó por la Tejana (con cheddar, chili con carne y guacamole) que picaba poco pero fue la que más me gustó de todas las que probé de la mesa.
El pan, que nos dicen que es artesanal, es otro de los factores que convierten a esta hamburguesa en una a tener en cuenta en el panorama hamburguesero de la capital. Bien tostadito en ambas caras, tipo mollete pero sin llegar a serlo, nada compacto pero aguantando bien hasta el último bocado y con unas semillitas de amapola en la cúspide, nos ha encantado.
Detalle del corte de las hamburguesas de The Toast.
Lo que a algunos no les hizo tanta gracia fue el acompañamiento a las hamburguesas y es que las patatas fritas estilo patatas paja no le hacen gracia a cualquiera. Sí que es cierto que el toque de la batata frita fue un acierto para todos, que coincidimos en lo bien que quedaba junto a la patata común. Para los que se sientan demasiado culpables siempre queda la opción de acompañarlas de ensalada.En resumen, The Toast Café es un sitio con aires americanos y orientado tanto a ese público guiri que hay en Madrid (ya nosotros vimos un gran grupo de ellos cuando estuvimos allí) como a amantes de las hamburguesas que quieran pasar un rato agradable en la zona de Chamberí-Moncloa. No es que quedásemos prendadísimos de sus hamburguesas -que están hechas con una carne muy buena pero que vemos algo por encima del precio medio, en nuestra opinión- pero se trata de una buena opción en un área donde se prodiga el hamburguesismo cada vez más.
PRECIO DESGLOSADO DE LA VISITA:
1 NACHOS: 10€
2 HAMBURGUESA BBQ: 21€1 HAMBURGUESA BLACK AND BLUE: 9,50€1 HAMBURGUESA TEJANA: 11€2 REFRESCOS: 5€3 CAÑAS: 6€
TOTAL: 73€ - PRECIO POR PERSONA: 14,60€
Web | www.thetoastcafe.es
The Toast Café está en la calle Fernando el Católico, 50.