Revista Cine
Creo que en general la gente tiene una memoria endeble, que no hace falta pegarse en la cabeza o tener un accidente grave para que todo se olvide: el deseo, la pasión, la alegría, la risa y el amor que compartiste, afortunadamente también: la rabia, la ira, el odio.
Olvidar lo desagradable o lo ruin no es malo, por el contrario ¿o no?, pero dejar de lado aquello con lo que te sentías comprometido, olvidar quien eres o que sentiste totalmente ¿se puede eso? Si sufres un accidente quizás pierdas la memoria, pero ¿sigues siendo quien eras en esencia? ¿Somos nuestros recuerdos y circunstancias o existe una esencia de cada uno que nos hace asumir nuestros recuerdos y circunstancias de cierta manera? No sé, creo que la vida nos cambia, que en parte estamos forjados en base a memorias y anécdotas, pero quizás estemos determinados a ser lo que somos, más allá de las acontecimientos.
En The vow (2012), basada en una historia real, Rachel McAdams olvida a su esposo interpretado por Channing Tatum, luego de tener un accidente en su carro. El amor desaparece de su memoria, así como su vida durante los últimos años, ella ya no sabe quien es o al menos la nueva versión de sí misma que asumió en los últimos años. Ella no sabe que le gusta, que aborrece, a quien ama o a quien odia. Nada, su mente esta en blanco.
¿Quién eres? ¿A dónde vas? y ¿Con quien vas? son las tres preguntas fundamentales de la vida según Jorge Bucay, pero no se puede contestar la última sin saber la respuesta de las dos primeras. Me gustó mucho de “Votos de amor” (nombre cursi elegido en Venezuela para esta cinta) la reflexión sobre los recuerdos y como la memoria afectiva quizás es mas poderosa que aquella racional de datos, fechas y sucesos que todos tenemos presente.
Comedia romántica que no es comedia ni muy romántica, que me hizo recordar que para relacionarse con los otros, es necesario tener un conocimiento elevado de tu propia personalidad y forma de vida. De la busqueda de espejos, quizás de alli nace el amor...
Calificación: 10/10