Hoy vamos con uno de esos discos malditos que acaban convirtiéndose en discos de culto. La verdad es que la historia de este The Meadowlands no es para menos, ya que este grupo de New Jersey sufrió lo suyo para que estas trece canciones viesen la luz. Al parecer, y tras dos discos que pasaron sin pena ni gloria, su discográfica les exigió temas más “Radio-Friendly”, como evidentemente se negaron, hasta que Grass Records no les dio vía libre no pudieron publicar este disco. Finalmente salio en Septiembre de 2003, siete años después de su segundo álbum.
A pesar de que en estos años el mito hacia este The Meadowlands se ha ido agrandando como una bola de nieve – la puntuación que le puso Pitchfork en su momento ha tenido mucho que ver- , es un gran disco que todo el mundo debería descubrir algún día, yo lo hice hace más o menos un año, y aquí estoy enganchado todavía a el. Y es que esa perfecta mezcla del Slowcore más intenso y el Indie-Rock americano, no les pudo haber quedado mejor en temas como Everyone Chooses Sides, Happy, Hopeless, Faster Gun o This Boy Is Exhausted. Además cuando levantaban el pie del acelerador y bajaban un poco el ritmo, les salían cosas tan maravillosas y bonitas como Boys, You Won’t, Thirteen Grand o She Sends Kisses.
Al parecer este año estaban grabando el que va a ser su cuarto álbum, ya que después de este tercer trabajo, no volvieron a sacar nada. A ver si es verdad y se hacen una gira por Europa con parada en España.
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Puzzle Bobble
Karate Blazers
Puzzle De Bloques
Magical Cat Adventure