Autor: "G.G. Fickling" (a) Forest y Gloria Fickling
Edita: Pyramid Books, New York
Esta novela trajo por primera vez al mundo a una de las primeras detectives hard boiled femeninas del género, Honey West. Que básicamente es Marilyn Monroe haciendo el papel de Mike Hammer: una rubia con mas curvas que la montaña rusa actuando con todos los clisés del detective privado de los cincuentas. Con la diferencia que cada tanto queda con poca ropa algo que a nadie le importaba que le pasara a Hammer.
Si ustedes recuedan a Honey West por la serie de tele de los años sesentas, se van a llevar una decepcionante sorpresa si leen la novela: en vez de esas aventuras casi de espías bondescas de la tele, aquí tenemos una intriga policial de género negro típica: el cliente de Honey, un actor caído en desgracia, aparece muerto y toda la gente del estudio en que trabajaba parece ser o la proxima víctima o el culpable... y a veces ambas cosas. La resolución trae en el medio infidelidades, rivalidades comerciales, tráfico y consumo de heroína, glamour hollywoodense, fiestas en yates y asesinatos a destajo. Y con Honey en el medio quien, la verdad sea dicha no parece ser un detective particularmente bueno porque parece andar un paso atrás de lo que ocurre. Y medio en bolas bastantes veces.
Que un producto narrativamente mediocre como este haya dado pie a una exitosa serie de novelas y una recordada seire de tele solo se me ocurre que debe ser a los chispazos de gracia en los diálogos que el matrimonio de Forest y Gloria Fickling - que se decidieron a escribir la novela gracias al apoyo de su amigo escritor Richard Prather - le pone en algunos momentos. Y también sospecho que ayudó a vender la novedad de una detective dura pero bonita, algo poco común en esos años.
Por lo que puedo entender, con el desarrollo de la serie Honey West avanzaría quedándose cada vez mas y mas veces sin ropa cuando resuelve los casos. la verdad no lo se... y no se si me interesa saberlo. Si como muestra alcanza un botón, entonces ya ví lo que hay en esta serie... y no me interesa continuarla mucho la verdad.