Muchos creen que ser hijo de un gran futbolista puede abrirte muchas puertas, y seguramente esto es así. Pero también te obliga a soportar una presión añadida. Si encima resulta que tu padre es una leyenda en el fútbol de un país poco exitoso en este deporte, puede convertirse en una losa difícil de soportar. Ese es el caso de nuestro protagonista de hoy. Portero, hijo de portero y hermano de delantero, parece el más destacado de la saga a pesar de su juventud, y seguramente esta presión le ha ayudado a curtirse ante la adversidad. Hoy hablamos del portero albanés de la Lazio, Thomas Strakosha.
Hablamos de un portero alto, de 1'93 metros, pero muy ágil y rápido para llegar a los balones que van abajo o ajustados a los postes. Domina bien el juego por alto gracias a su envergadura y a su personalidad. Es un portero que vive los partidos con intensidad, de los que hablan con sus defensas y anima o regaña tras una jugada. Muestra un buen juego de pies, en línea con uno de sus principales ídolos, Manuel Neuer. Es bastante espectacular, estético, aunque a veces se adorne de más en algunas jugadas. También entre sus defectos cabe destacar que, esa forma espectacular de proceder, le lleva a agarrar el balón menos de lo debido, creando problemas en los rechaces.
A pesar de tener la nacionalidad albanesa, Thomas nació en 1995 en Atenas (Grecia), ya que su padre, Fotaq Strakosha, era portero del poderoso Olympiakos por aquel entonces. Empezó su carrera en el club en el que se retiró su padre, el Panionios griego. Allí se mantuvo hasta verano de 2012 cuando, con 17 años, fue fichado por el Lazio para sus categorías inferiores.
Nada más llegar a la Lazio, su padre, Fotaq Strakosha, le convocó con la selección sub 19 que él mismo dirigía. Incluso en esa primera campaña en Italia estuvo en el banquillo del primer equipo en varios partidos, aunque sin llegar a debutar. Donde sí se hizo con la titularidad fue en el equipo sub 19, ganando la Liga Primavera italiana, prestigioso campeonato juvenil.
En la temporada 13/14 conoció a Simone Inzaghi, quien fue su entrenador en el equipo Primavera y actualmente lo es en la primera plantilla laziale. Además, fue la de su debut en la selección sub 21 de su país, donde se hizo titular con solo 18 años. Volvió a ocupar en varias ocasiones el banquillo de los partidos del primer equipo, ante las lesiones de los primeros porteros, el italiano Marchetti y el también albanés Berisha. A pesar de tan buenas noticias y de que seguía destacando dentro de las categorías inferiores, no fue una temporada tan buena para su equipo como la anterior. Cayeron en la Supercopa Primavera ante la Juve y cayeron en semifinales del Play Off final de la Liga Primavera ante el Torino. Pero no fue un año en blanco, ya que se alzaron con la Copa de la categoría.
Con su compatriota Igli Tare (uno de los motivos que le hizo decidirse por el Lazio y no por la Roma) como director deportivo, Thomas Strakosha extendió su contrato en el verano de 2014. Si bien eso fue la antesala de un año prácticamente en blanco, como suplente del primer equipo en una buena campaña que finalizó con un tercer puesto en Liga y una final de Copa perdida ante la Juventus. Para un portero tan joven, era difícil manejar otro año más en la suplencia, de ahí que en 2015 se decidiera a marchar cedido a la Salernitana, desechando la posibilidad de ir a jugar con el Cardiff City a la Liga Inglesa.
En la Serie B con la Salernitana alternó titularidades y suplencias, jugando diez partidos en una mala temporada del equipo de la región de la Campania. Los granata terminaron salvando la categoría en un Play Out ante el Virtus Lanciano.
Al finalizar la cesión, ante la marcha de su compatriota Berisha rumbo al Atalanta B.C., la temporada 16/17 se le presentaba como una continuación de la suplencia tras el veterano Marchetti. Pero las continuas lesiones del veterano italiano le dejaron abierta la puerta a una titularidad que asumió en 20 partidos de Serie A y cuatro de Coppa, incluida la final perdida, de nuevo, ante la Juventus.
También fue el año de su debut internacional, precisamente ante Italia, en una derrota por 2-0 en partido de clasificación para el Mundial. Hasta esta temporada, Strakosha ha sido habitualmente suplente de su excompañero Berisha en la selección albanesa, pero en el presente curso parece haberle ganado la partida al portero del Atalanta. No obstante, le costará alcanzar las 73 presencias como internacional de su padre, que en su momento fue el jugador con más participaciones en la historia de su selección.
La campaña pasada fue la primera de Strakosha como titular en la Lazio. Simone Inzaghi le dio plena confianza y respondió dejando la portería a cero en 17 de los 52 partidos disputados entre todas las competiciones. Arrancó el curso ganando la Supercopa de Italia a la Juve, finalizó cuarto en Serie A y cayó en cuartos de la Europa League y semifinales de la Coppa. En la octava jornada fue ascendido al estatus de héroe al detenerle un penalti en el descuento a Dybala ante la Juventus en Turín, posibilitando una histórica victoria por 1-2.
Tras sonar este verano como posible fichaje del Liverpool si no prosperaba la operación para comprar a Alisson, Strakosha, que ha conseguido que su padre se enrolara como entrenador de porteros de las categorías inferiores de le aquile, está viviendo la temporada de su consagración como portero en la élite. Nadie osa a poner en duda su titularidad y muchos clubes importantes le tienen el ojo puesto.
Está dejando un surtido de espectaculares paradas, incluidas un par de manos muy meritorias ayer mismo en el empate a uno ante el A.C. Milan en el estadio Olímpico de Roma. Tan solo Kessie fue capaz de batirle tras un disparo desde fuera del área que rebotó en el defensor Wallace imposibilitando la parada de Strakosha.
Aunque ya está en un equipo de nivel, y la presencia de su padre cerca debe ser un plus, su personalidad con solo 23 años hace que se espere de él un próximo salto a un nivel superior. Además, ahora que parece haberse hecho con la titularidad en la selección albanesa y ante la opción de poder llegar a la próxima Eurocopa (el aumento del número de participantes hizo que una selección débil como Albania estuviera en la última edición), aumentan su escaparate.
Thomas Strakosha tenía la ilusión de seguir los pasos de su padre, pero está quemando etapas incluso antes que su progenitor. Un portero de planta espectacular, de intervenciones llenas de estética que, si pule defectos con la madurez que le dé el paso de los años, puede dar mucho que hablar.
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